Cavs-Warriors: Cleveland se juega el anillo sin Love

Las Finales de la NBA viven esta noche su tercer asalto. Será el primero en el Quicken Loans Arena de Cleveland y tendrá atmósfera de séptimo, ya que los Cavaliers llegan a casa vapuleados por los Warriors y con un peligroso y desfavorable 2-0 en el marcador de la serie. Ganar, ganar o ganar.

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Nadie ha logrado remontar un 3-0 en los Playoffs y, pese a que los Cavs son el segundo mejor equipo levantando partidos adversos, dar la vuelta a una ronda final en la que tienes que ganar cuatro partidos consecutivos a un rival que ha logrado un 73-9 en la temporada regular y que albergará dos de ellos en casa se presume, como mínimo, muy complicado. En la NBA nunca se puede hablar de imposibles, no en vano uno de sus lemas más aplaudidos y utilizados es «where amazing happens«, pero en este caso el nivel de dificultad se quedaría a las puertas de ganarse ese adjetivo.

Love, baja confirmada

LeBron James y compañía—nunca mejor dicho, al menos en las Finales— tendrán que romper la tendencia sin Kevin Love, que ha sido descartado para el Game 3 tras no conseguir poner fin al protocolo de la NBA referente a las conmociones y que deberá esperar como mínimo hasta el cuarto encuentro para intentar aportar un factor diferencial inexistente hasta el momento. El codazo involuntario de Barnes le obligará a ver el partido desde la barrera y según fuentes de ESPN su enfado por las precauciones tomadas es considerable. Descripción: «Realmente frustrado».

Love ha promediado en las dos primeras citas 11 puntos y 8 rebotes, mostrándose ineficiente en ataque y prácticamente nulo en defensa. Eso sí, la fría estadística dice que en los 38 minutos que no ha estado en juego Kevin Love, los Cavaliers han sido superados por 32 puntos. Su hueco en el quinteto lo ocupará casi con total seguridad Richard Jefferson, que a sus 35 años se convirtió en inesperada segunda espada de los Cavs en el Game 2 y que motivará una alineación con menos centímetros.

En el lado opuesto se encontraría la opción Timofey Mozgov, 2,16 metros de madre Rusia que hicieron daño a los Warriors en la primera edición de este nuevo clásico pero que no encuentran con Tyronn Lue el mismo amor que recibían de David Blatt. Su presencia en Playoffs se resume en 6,5 minutos de media, seis partidos sin tocar pista y 1,3 puntos y 1,8 rebotes como bagaje. Como punto intermedio está Channing Frye, un jugador que ha dado un gran rendimiento en las eliminatorias del Este y que sería un relevo quizá más natural pero al mismo tiempo más inmovilista. Los Cavs tienen que sacudir la eliminatoria.

LeBron no se rinde

LeBron James estuvo «solo» en las Finales de 2015 y parece que lo sigue estando en 2016 pese a que su séquito se encuentra, o se ha encontrado antes de la lesión de Love, en plenas condiciones. El paseo de Cleveland en su conferencia podría haber sido más un relajante que una bendición, mientras los Warriors sudaban contra Oklahoma y llegaban enchufados a la batalla final.

LeBron nunca falla del todo, es una máquina constante y apabullante. Dos derrotas abultadas, dos partidos terminados antes de tiempo y dos defensas magistrales de Andre Iguodala no le han impedido promediar 21 puntos, 10 rebotes, 9 asistencias y 3 robos en las Finales. Las críticas le llegan más como supuesto ‘directivo’ que como jugador, al menos desde su país natal, donde le atizan con el argumento del posible fracaso de un equipo hecho a su medida y que es el número uno en salarios en la NBA.

En su contra sobre el parqué, las 11 pérdidas que ha sufrido en los dos primeros choques. Varias provocadas por un intento desesperado y en ocasiones exagerado de involucrar a unos compañeros que no están a su nivel de intensidad. Según datos de ESPN Stats, solo un jugador había perdido más balones en las dos primeras citas de la ronda final: fue el propio LeBron James, en 2007, cuando los Cavs fueron barridos por San Antonio Spurs.

Precisamente en 2007 superó el Rey un obstáculo adverso en su camino a la gloria, todavía esquiva en Ohio. En las Finales del Este los de Cleveland dieron la vuelta a un 2-0 contra Detroit Pistons, siendo hasta hoy la única ocasión en la que LeBron ha levantado dicho resultado en una postemporada. Un dato poco halagüeño para su más inmediato futuro.

Lue, Irving y los aclarados

Tyronn Lue no duda con Kyrie Irving: «Tiene las mejores manos de la NBA, así que puede jugar en aclarados». La pizarra simplista no funcionó durante la primera noche y Lue pidió al base mayor velocidad y menos segundos estáticos para la revancha en Oakland.

El resultado estuvo lejos de ser el esperado: pasó de 26 puntos y 4 asistencias a 10 tantos y 1 pase de canasta. En Cleveland se espera su mejor versión para poder contar con opciones de épica, especialmente tras el contratiempo de Love. Como curiosidad remarcable: solo una de las canastas de LeBron ha llegado tras pase de Irving.

Lo cierto es que Dellavedova actúa más como base que Kyrie, y lo cierto es que los Cavs no agradecen un baloncesto de pocos quilates en lo colectivo. El periodista Brian Windhorst ha ofrecido un dato demoledor: en cuatro ocasiones los de Ohio han realizado 20 o más aclarados durante la postemporada; dos frente a los Raptors y dos contra Warriors, es decir, sus apuestas por lo individual dieron lugar a sus cuatro únicas derrotas en los Playoffs.

Los Cavaliers necesitan mayor fluidez, mejores decisiones dentro y fuera de la pista, mucha más intensidad, mucha más concentración en defensa y mucho más acierto desde la línea de tres. La que fue su mejor arma en las primeras rondas, destrozando todo tipo de récords, está siendo una rémora ante los reyes de la larga distancia.

Poniendo algunos nombres, no solo necesitan a un LeBron que nunca se fue o a un Irving que tiene que aparecer. Necesitan acierto de J.R. Smith, intensidad de Tristan Thompson, un paso adelante y un cerrojo de Shumpert, un milagro de Channing Frye. Los de la Bahía están ganando la batalla sobre el parqué y tienen muy avanzada la victoria en la guerra moral: los últimos siete enfrentamientos entre ambos equipos han terminado con el mismo vencedor.

Los infinitos Warriors

Los Warriors llegan a Cleveland en la cresta de la ola. Tras estar cerca de ahogarse en un estado sin costas como el de Oklahoma, se han presentado en el último obstáculo restante de camino al ‘two-peat‘ con velocidad de crucero y con la solidez de un portaaviones. 2-0 en el bolsillo y dispuestos a cerrar por la vía rápida un campeonato que les convertiría en el mejor equipo de la historia de la NBA —en un año, se entiende—. Ya lo fueron en temporada regular y ya lo son en el cómputo global de victorias sumando los Playoffs, empatados con los Bulls de Michael Jordan y obligados a superarles si quieren repetir baños de masas en su ciudad.

El peor partido de los ‘Splash Bros‘ en dos años no fue suficiente para evitar una victoria cómoda en el arranque de la serie. Shaun Livingston y Leandro Barbosa ejercieron de asesinos con la ayuda de Andre Iguodala, que fue MVP en las pasadas Finales y que está ofreciendo un baloncesto para el que no pasa el tiempo. Probablemente, el jugador más importante en un enfrentamiento contra los Cavaliers. Les mina la moral.

No muy lejos en esta clasificación imaginaria estuvo Andrew Bogut en la última cita. «Recibir un mate en la cara intentando taponar son riesgos del trabajo», decía antes de echar la culpa a las redes sociales por crear una generación que tiene miedo a ser avergonzada. La vergüenza, en este caso, la sufrieron los atacantes que intentaron anotar frente a él.

Steve Kerr se vio al borde del abismo y demostró no ceder ante las adversidades que le provocaron los Thunder. Ahora, con los Cavs como rivales, está demostrando que Ty Lue no ha llegado todavía al nivel que ofrece un técnico experimentado como David Blatt. Quizá una obviedad, quizá algo ignorado hasta que los de Cleveland se han visto ante la hora de la verdad.

Green se ofrece para MVP

Contra los Warriors juega el entorno, la prensa, la aceleración. Entre debates y comparaciones estériles con equipos pasados como los Lakers del ‘Showtime, un lector inadvertido podría pensar que las Finales están sentenciadas. Nada más lejos de la realidad. La serie empieza esta noche, y esta noche conoceremos cuáles son los niveles de emoción reales que nos puede deparar la última ración de NBA del curso 2015-16.

Fue Draymond Green el que tuvo que poner cordura en la rueda de prensa posterior al 2-0. «Todavía tenemos que ganar dos partidos». Tan ejemplar sin un balón en juego como polémico y agresivo en la cancha, Green sigue sumando adoradores y haters con su particular personalidad. Tras una ronda muy difícil y muy criticada frente a las torres de Oklahoma, el ’23’ ha vuelto a encontrar su juego en la fragilidad de los Cavs y destrozó el segundo partido de las Finales con una actuación que le coloca en la ‘pole’ en la carrera por el último MVP del año.

Queda por ver si en Cleveland siguen invitándole a lanzar desde el triple —un error casi necesario—, si es capaz de continuar con el nivel ofrecido y si la cabeza no le juega una mala pasada: recordemos que una flagrante implicaría sanción y grada.

Curry necesita brillar

Como hemos visto, el mejor backcourt de la NBA no ha podido reclamar hasta el momento como suyas las victorias y ha disfrutado observando a sus compañeros, que forman el banquillo más potente de la actualidad a base de química, renacimientos y sacrificios, realizar el trabajo «rompemarcadores».

El segundo encuentro fue testigo de una mejoría inevitable en las prestaciones de Stephen Curry y Klay Thompson, pero un problema con las faltas en el caso del primero y una paliza prematura válida para ambos pusieron fin a sus minutos y con ellos a sus números.

Si los Cavaliers conquistan el Larry O’Brien, el MVP no admite dudas: será LeBron. Si lo hacen los Warriors, el abanico vuelve a estar abierto y la decisión podría ser histórica. Curry necesita brillar en las Finales como lo ha hecho durante todo el año para poder reclamar como suyo el distintivo individual que ya se le escapó en su primer título.

Desde que nació el premio a MVP de las Finales en 1969, solo en dos ocasiones el MVP de la temporada regular no se ha llevado a casa el segundo galardón tras hacerse con el anillo: la primera tuvo como protagonistas a los recientemente recordados Lakers del ‘Showtime‘, pues Kareem Abdul-Jabbar fue el mejor en la regularidad pero Magic Johnson se impuso individualmente en la ronda definitiva; la segunda sucedió el pasado verano, cuando como recordaréis y como hemos comentado fue Iguodala el que añadió una nueva pieza de valor a su estantería.

Por lo tanto, Curry podría convertirse en el primer jugador que ganando el anillo no se proclama MVP en las Finales tras serlo en regular season por partida dobleSu legado perdurará y su baloncesto, rompedor e histórico, lo recordaremos siempre, pero no cabe duda de que lloverán asteriscos en caso de que vuelva a ceder el protagonismo cuando está en juego la gloria eterna.

Horarios

El espectáculo dará comienzo —horario de las capitales— a las 03:00 en la España peninsular; una hora menos en Canarias; cinco menos en Argentina, Chile y Uruguay; seis en la Costa Este de los Estados Unidos, Paraguay, Venezuela, Bolivia y República Dominicana; y siete en Ecuador, Colombia, Perú y México.

Demasiadas cosas en juego y demasiado drama como para irse a la cama antes de hora. Hoy más que nunca, dormir es de cobardes.


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