El futuro de la Clase de 2009

Con los contratos de rookies de la clase de 2009 listos para su expiración al terminar esta temporada, los jugadores encaraban el pasado 31 de octubre como fecha límite para firmar cuantiosas extensiones o convertirse en agentes libres el próximo verano.

Para algunos fracasos de aquel Draft, como su número dos Hasheem Thabeet, las ofertas (de haberlas) eran menores. Pero, ¿qué ha sucedido con los mejores diez alumnos de aquella promoción?. ¿Quién ha renovado y quién no?. ¿Han hecho los jugadores y sus respectivos equipos la elección correcta?

(NOTA: Ricky Rubio, número 5 de aquel Draft, no se incorporó a los Wolves hasta dos años después, así que no optará a la extensión de su contrato de rookie hasta 2014)

Taj Gibson (Bulls): No ha firmado extensión de su contrato.

La elección número 26 del Draft de 2009 se ha convertido en pieza clave del soberbio banquillo de Chicago. Aún sin ser un gran anotador, estamos ante un excelso atleta que rebotea, juega duro en defensa y siempre pelea. Cosas que no siempre se pueden decir de Carlos Boozer, el jugador al que Gibson da reemplazo. Por no querer asegurarse a Gibson antes de la fecha límite, los Bulls se arriesgan a perderle el próximo verano como recientemente les ha sucedido con Omer Asik.

Jeff Teague (Hawks): No ha firmado extensión de su contrato.

Tras dos años en la suplencia, Teague emergió en su papel de titular capaz la temporada pasada, en la que promedió 12,6 puntos y 4,9 asistencias (cifras ya superadas con holgura en lo que va de curso). Valdría la pena habérselo quedado, pero habrá que intiur que los Hawks prefieren tener capacidad salarial suficiente cara al próximo verano para traer a un pointguard todavía mejor.

DeMar DeRozan (Raptors): Extensión de su contrato firmada: 4 años, 42M$.

DeRozan no estaba preparado para la NBA cuando dejó la University of Southern California (USC) tras pasar allí tan solo una temporada. Pero sus habilidades han hido poco a poco igualándose con su tremendo potencial atlético. Lleva promediando alrededor de 17 puntos por noche en sus dos últimas campañas y puede que estemos ante una estrella si es capaz de continuar desarrollando su tiro exterior y su visión del juego. De hacerlo, Toronto habrá pagado su renovación a precio de chollo.

Jrue Holiday (Sixers): No ha firmado extensión de su contrato.

Tras su insulso paso por UCLA y una temporada rookie más bien discreta, Jrue Holiday es ahora un sólido base NBA. Con tan solo 22 años, Holiday tiene potencial para ser mucho mejor, al tiempo que sus habilidades en la dirección del juego de los Sixers serán más necesarias que nunca allí, ahora que Iguodala se marchó. Decían de él que buscaba este verano algo cercano a un contrato de renovación de máximos, algo que, simplemente, todavía no merece.

Tyreke Evans (Kings): No ha firmado extensión de su contrato.

Evans promedió más de 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias por partido en su temporada de novato. Y previo y merecido galardón de Mejor Rookie del Año 2010, aquello fue algo histórico. Pero, sorprendentemente, su rendimiento (y con él, sus números) no han hecho otra cosa que disminuir desde entonces. Quizá la falta de mentores de nivel en Sacramento pueda ser el motivo, al perjudicar su desarrollo como jugador. O quizá su inmadurez tenga gran parte también de la responsabilidad. Sea como sea, los Kings hacen bien en querer que les demuestre un año más si deben o no apostar por él.

Stephen Curry (Warriors): Extensión de su contrato firmada: 4 años, 44M$.

En base al rendimiento mostrado en sus primeras dos temporadas en la Bahía de Oackland, en las que promedió 18 puntos por encuentro con uno de las mecánicas de tiro más limpias, puras y efectivas de la Liga, el acuerdo entre Curry y los Warriors para la extensdión del contrato del primero parecía justo. Pero Curry se perdió 40 partidos (de un total de 66) la temporada pasada por diversos y repetidos problemas en sus tobillos, con lo que su promedio anotador disminuyó hasta los 14,7 puntos por encuentro. Si sus molestias en esa parte del cuerpo resultan ser crónicas (y de hecho, se han repetido ya en esta pre-season), Golden State pronto se arrepentirá de lo firmado.

Brandon Jennings (Bucks): No ha firmado extensión de su contrato.

Jennings puso quizá el listón demasiado alto con su memorable actuación de 55 puntos en solamente su séptimo partido NBA. Desde entonces, se ha mantenido como anotador prolífico, pero aún más como playmaker inseguro y pasivo defensivamente. Milwaukee ansía ver como mejora su jego al lado de Monta Ellis durante toda una campaña antes que comprometerse a largo plazo con el jugador. Y el (sorprendentemente legal) game winner contra Cleveland con el que Jennings ha empezado la temporada es comenzar pisando fuerte.

Ty Lawson (Nuggets): Extensión de su contrato firmada: 4 años, 48M$.

El base más rápido de la NBA es también el que hace que el ataque a toda velocidad que practican los Nuggets funcione. El contrato conseguido recientemente parece de lo más generoso considerando que Lawson no es (todavía) jugador All-Star. O quizá no tanto, teniendo en cuenta que compañeros del vestuario de Denver tales como JaVale McGee o Danilo Gallinari no llegan al nivel de Lawson y han sido firmados por cantidades similares.

James Harden (Rockets): Extensión de su contrato firmada: 5 años, 80M$.

Harden rechazó la oferta de renovación que le ofreció Oklahoma City a razón de cuatro años y 54M$ antes de ser traspasado a Houston dos días antes de iniciarse la temporada regular. Con tres grandes contratos ya el payroll de Sam Presti, los Thunder no podían darle a Harden lo que el Mejor Sexto Hombre de la pasada campaña merecía. Los Rockets, con mucho espacio salarial, sí podían; y así lo hicieron, convirtiéndolo de la noche a la mañana en su jugador-franquicia. Sobra decir que, visto lo visto en sus primeras semanas como rocket, Harden vale todos y cada uno de los centavos que Houston ha pagado por él.

Blake Griffin (Clippers): Extensión de su contrato firmada: 5 años, 95M$.

De inicio, tal cantidad para tales años parece una locura. Tras perderse la temporada 2009-10 entera por una grave lesión de rodilla, Griffin ha promediado 21,7 puntos y 11,5 rebotes en sus hasta ahora dos cursos completos con los Clippers. Por el camino, se ha convertido en uno de los más explosivos y espectaculares matadores de la historia de la NBA. Su juego todavía debe mejorar y sus rodillas continúan siendo motivo de preocupación, pero los Clips no tenían mejor opción que la de asegurarse la continuidad de su superestrella por el mayor tiempo posible.


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