El lockout, visto desde Dallas

Con el único interés de rescataros del aburrimiento que genera la falta de actividad producida por el lockout, pongámonos en el primer día de la temporada 2011-12, aunque éste pueda perder la porción correspondiente al 2011. Los propietarios de las franquicias parecen dispuestos a alargar esto cuanto sea necesario, pero es de suponer que no estarán lo suficientemente locos como para forzar que nos perdamos toda la próxima temporada.

Lo que nos llevará a algo muy similar a lo que sucedió en 1999. Aquel año, con una temporada regular reducida a 50 partidos, los Spurs terminaron con un 37-13, batiendo en las Finales a los Knicks (27-23, octavos en el Eastern). Y sin querer faltar al respeto a San Antonio, somos muchos los que ponemos un asterisco cuando hablamos de aquel título. Y es que con tan pocos partidos, la clasificación con la que se llegaba a los Playoffs significó bien poco, como los líderes de aquella temporada en el Este (Miami Heat, liderados por Alonzo Mourning) pueden atestiguar.

Veamos, entonces, cómo puede afectar otra (supuesta) temporada de 50 partidos a los actuales campeones, Dallas Mavericks. La teoría dice que jugadores ya veteranos como Jason Kidd, Jason Terry, Shawn Marion o Dirk Nowitzki pueden beneficiarse de jugar menos partidos antes de la llegada de los Playoffs.

Pero el problema de esta teoría es que con una temporada corta, todo se condensa mucho más, y uno puede encontrarse con tener que jugar 50 partidos en dos meses y medio. Algunos recordaréis en este punto los partidos back-to-back-to-back de 1999. No existe manera alguna de que Jason Kidd pueda jugar tres noches consecutivas si lo que se pretende es que llegue fresco a la post-temporada. Habrá momentos en los que los equipos deberán jugar cuatro partidos en cinco noches, también.

Un calendario tan corto requerirá de un sprint físico ya desde el primer día. Y aunque muchos expertos consideran que ello podrá beneficiar a franquicias como los Lakers o los propios Heat, cuidado con lo que pueda pasar con equipos jóvenes como los Clippers, destinados a sufrir mucho menos tal condensación de partidos.

Incluso si estuviéramos ante una temporada regular normal de 82 partidos, Rick Carlisle debería de tratar con mucho mimo los minutos a otorgar Jason Kidd. Así que con solo 50 partidos en el horizonte, la tarea se complica sobremanera. Como se pudo ver en los pasados Playoffs, Kidd (38 años) es un jugador mucho más efectivo después de un mínimo de dos días de descanso. Y ese “lujo” no existirá en la recortada temporada que viene. Pero es que el lockout es horrible también para jóvenes jugadores como Dominique Jones, que están ahora obligados a perderse una Summer League que bien les serviría para desarrollar su juego y ponerse en mejor forma de cara al inicio de la temporada NBA. Jones iba a ser un candidato óptimo para alternar cada vez más minutos en el pointguard de los Mavs con Kidd, aunque ahora, su post-temporada está perdida, como también lo está la de Rodrigue Beaubois, que se recupera de otra operación en el pie.

Pero seguro debe haber algo de luz al final del túnel de este lockout para Dallas. Bien, no jugar una temporada entera puede ayudar a los Mavs a superar la resaca del primer anillo de la franquicia. Este equipo viene de jugar dos meses al máximo nivel en los últimos Playoffs, así que nadie podría alcanzar a comprender que empezaran una temporada “normal” en el mes de Octubre con más derrotas de las esperadas. Pero si la temporada empieza, pongamos, en Febrero, los Mavs tendrán siete meses para recuperarse de la championship parade. Si incluso Dirk Nowitzki, de acabar decidiendo jugar en el Europeo, tendrá dos o tres meses para desconectar y recuperarse.

Así que la caótica naturaleza de una temporada corta por culpa de un lockout no debe preocupar mucho a los fans de los Mavs. 82 partidos es lo que normalmente necesitan las franquicias NBA para conjuntarse de forma óptima y encontrar la identidad en pista que mejor les defina. Dallas ya tiene ese trabajo hecho, y una temporada regular de 50 partidos aleja a muchas franquicias ya desde el principio de la consecución de tal objetivo.

Evidentemente, mucho dependerá también de lo que acabe haciendo la franquicia de Mark Cuban con las situaciones contractuales que se plantean en los casos de Tyson Chandler, J.J. Barea y Caron Butler. Pero incluso con estos tres jugadores en la incertidumbre, un calendario de 50 partidos es tan impredecible como pueda parecer. Tampoco ahora hace un año nadie supo predecir que los Dallas Mavericks ganarían el anillo.


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