Lakers (24-16) y Celtics (21-18) se enfrentan hoy y mucho tienen que cambiar las cosas para que no sea la última vez que lo hagan en esta temporada. Las dos históricas franquicias se encuentran en un cruce de caminos y todavía no está muy claro cual es la dirección que van a tomar. Tras haber ganados los títulos de 2008 y 2010 y haberse repartido cinco de las seis plazas de finalistas de la NBA entre esos años, en Boston y Los Angeles se duda del futuro de sus equipos y nadie osa defender a estos equipos como candidatos al anillo. Ni siquiera los aficionados más acerrimos.
Los Celtics, bajo los últimos coletazos de la era del Big-Three, parecen destinados a iniciar una cruda reconstrucción que falló en su primera piedra cuando Danny Ainge traspasó a Kendrick Perkins a cambio de Jeff Green hace un año. Kevin Garnett y Ray Allen terminan contrato esta temporada y ambos están siendo ofrecidos en el mercado, por lo que incluso podrían dejar de formar parte de los de Massachusetts antes del jueves. Ainge incluso ha confesado que si no ha habido aún movimientos «no es porque no se esté intentando».
Rajon Rondo ha aparecido en todos los rumores de posibles traspasos, al igual que Pau Gasol, quien bromeó esta semana diciendo que Rondo y él «parece que estamos en la misma situación. No le ofrecemos pero escuchamos ofertas. No estamos tratando por todos los medios de traspasarle, pero escuchamos ofertas. ¿Parece eso, no?»
Cuesta creer que Rondo (autor de un partido histórico hace una semana con 18 puntos, 20 asistencias y 17 rebotes) y Gasol (16,7 puntos y 10,5 rebotes de media) sean tan prescindibles para sus equipos, pero así es la NBA. El español cada día tiene más claro que puede pasar cualquier cosa.
[ Relacionado: Pau Gasol reconoce que los Lakers «buscan una estrella más joven que yo» ]
El trío de jugadores importantes en el equipo californiano es más joven que el núcleo de Boston, pero los dirigentes de Lakers buscan revolucionar y reconstruir. Sería una temeridad apostar a que Kobe Bryant, Pau Gasol y Andrew Bynum van a seguir jugando juntos más allá de este verano.
El anterior encuentro entre ambos equipos nos dejó una bonita batalla resuelta en los segundos finales gracias a un tapón de Pau Gasol sobre Ray Allen cuando sonaba la bocina en la prórroga. Andrew Bynum había sido el autor de la última canasta de la noche al palmear un fallo de Bryant y el partido terminó 87-88 a favor de los de California.
Precisamente Bynum ha optado por calentar el ambiente. «Vamos a ir a por su cabeza. Vamos a ir a por los Celtics. No nos gustan», declaró el pívot del equipo de Mike Brown al término del partido ante los Timberwolves. Kobe suscribió las palabras de su compañero. «Es cierto. Vamos a ir a por ellos, del mismo modo que ellos van a ir a por nosotros. Por eso es por lo que disfrutamos cuando nos enfrentamos a ellos.»
Sea como sea, hoy puede vivirse el último clásico con unos jugadores que ya todos conocen de memoria tras haber presenciado gloriosas batallas entre ellos. Pierce, Garnett, Rondo, Allen, Bryant, Gasol, Fisher y Bynum. Todos jugarán hoy, pero no todos lo harán en el próximo Celtics-Lakers.