La metamorfosis del juego NBA no deja de incorporar nuevas cepas infecciosas. El virus tiende a mutar en que todos los equipos anoten de manera más compulsiva. Más puntos cada temporada y nuevas fórmulas de alcanzar marcadores mejor nutridos.
Un gran ejemplo de la continuidad mutante son los Houston Rockets de Mike D’Antoni. Un conjunto que es capaz de tirar 61 veces a canasta en una noche y acertando en 24 ocasiones —estableciendo un récord histórico de la NBA–, o que recurre a los triples 39,8 veces por partido, haciendo diana 15 veces. Obviamente, los Rockets lideran la liga en este apartado.
También los Warriors abanderan la revolución desde delante. Siempre con decenas de puntos resbalándose de los dedos.
Así, uno de los productos de esta tendencia es la compulsiva ascensión anotadora de toda la liga. Si la temporada pasada solo seis equipos consiguieron sobrepasar un promedio de 105 tantos por encuentro, este nuevo curso son 17 los que están alcanzando dichas métricas en ataque.
Éxtasis anotador
Solo Warriors (114,9), Thunder (110,2), Kings (106,6), Rockets (106,5), Celtics (105,7) y Trail Blazes (105,1) fueron los elegidos la pasada temporada. Los 24 equipos restantes estuvieron ofensivamente por debajo del listón colocado en los 105.
Pero la barra libre hasta nueva orden ha llegado con el nuevo curso. Hasta 17 conjuntos consiguen sobrepasar la mencionada cifra en su media anual. Son Warriors (117,3), Rockets (114,8), Raptors (110,7), Cavaliers (109,8), Trail Blazers (108,2), Nuggets (108,0), Clippers (107,9), Thunder (106,9), Celtics (106,8), Spurs (106,0), Suns (105,9), Pacers (105,8), Knicks (105,5), Hornets (105,5), Wizards (105,3), Nets (105,1) y Bucks (105,1).
De hecho, hay más equipos que adelantan los 105 puntos de promedio que los que están por debajo (13).
Golden State
Destaca en ambas temporadas que los Golden State Warriors son el conjunto más ejecutor de puntos. Kevin Durant, claro, ha afilado todavía más las municiones del equipo de La Bahía aumentando en más de dos puntos el ratio de ataque de su actual equipo.
El éxtasis anotador 2016-17 está contrastado, pues, con datos. Y no es directamente un diagnóstico de defensas cada vez más desastrosas, sino de que las armas en ataque crecen. Y también la tendencia a tirar desde cada vez más fuera. Más puntos, más tiros, más sistemas de culto al ataque. La NBA contemporánea en su estado más natural y virgen.
*Datos obtenidos de NBA.com/Stats