Las lesiones ponen patas arriba los Playoffs

¿Titular exagerado? Probablemente. ¿Escrito con el objetivo de llamar la atención? También. Y no se trata de captar el interés del lector para que esta noticia tenga más visitas, sino para poner énfasis en la importancia de lo que está ocurriendo en los Playoffs con las lesiones de jugadores vitales para sus equipos.

El primer día que hubo eliminatorias, Stephen Curry se torció el tobillo, algo que le hizo estar una semana entre algodones para finalmente regresar ocho días después y sufrir un esguince en un ligamento de la rodilla que le mantendrá alejado de las canchas, al menos, otros 15 días. De repente los Warriors lo veían todo negro y era otro equipo el que adivinaba un futuro mejor, Los Angeles Clippers.

Horas después esos mismos Clippers recibían la peor de las noticias: Chris Paul, su mejor jugador, se rompía un hueso de la mano durante un partido en Portland y según las primeras informaciones podría perderse el resto de los Playoffs. La lesión de Paul no llegó sola, pues Blake Griffin también tiene problemas y es duda para el siguiente compromiso. Por el momento todo es un caos, con Golden State aún pendiente de finiquitar su serie contra Houston el miércoles en caso de sumar un nuevo triunfo y el choque entre Clippers y Blazers está igualado y más abierto que nunca. De repente Portland es un posible finalista de conferencia pese a que en octubre se dijo que sería uno de los cinco peores equipos de la competición.

No, no es el cansancio

Desde que los Warriors fueron a por el récord de victorias en una temporada regular, se ha venido escuchando una frase de forma machacona: “Lo pagarán en Playoffs con lesiones”. Pues no, al igual que los Warriors por el momento no están pagando nada, tampoco lo están haciendo los Clippers a pesar de que ambos equipos son los más perjudicados en esta pequeña plaga de percances físicos.

Las lesiones de los que son los dos mejores bases de la NBA se han producido en lances del juego, fortuitos, ocurriendo simplemente porque cuando un jugador está en pista tiene probabilidades de lesionarse y si está sentado en el banquillo, no. Las lesiones llegan por un cúmulo de circunstancias y son uno de los peores factores que incluyen en el deporte, pero no siempre se deben a cansancio o al manido karma.

La diferencia con otras ausencias

En la Conferencia Este tampoco se han librado de la plaga, pero cuando quien se lesiona no es una súper estrella entonces se puede manejar de diferente manera. Tanto Boston Celtics con Avery Bradley como Charlotte Hornets con Nicolas Batum, han perdido a uno de sus jugadores más importantes, pero en dichos equipos no hay hombres que destaquen tanto como para pensar que una ausencia determinada provocaría de forma automática la condenación de una franquicia, pues ni en Charlotte ni en Boston piensan en el anillo como una posibilidad real.

Celtics y Hornets han sido capaces de igualar sus series pese a perder los dos primeros partidos y ahora miran al futuro con optimismo a pesar de que Bradley y Batum parecen descartados para lo que queda de semana. Que sean capaces de completar la remontada y plantarse en semifinales de conferencia está por ver, pero es bueno haya conjuntos que sean capaces de sobreponerse a este tipo de contratiempos y puedan seguir avanzando.

Lo malo para Warriors y Clippers es que no se les puede decir aquello de ‘Tomad ejemplo, mirad como otros equipos siguen luchando y ganando’. Curry y Paul son demasiado buenos como para que el resultado de la temporada 2015-16 vaya a ser el mismo si ambos dejan de jugar en un momento crucial como son los Playoffs.


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