Las promesas del Draft 2016: el Top 9

Han sacudido con brío y sin cesar la última matrioska del Draft en estos días, lo que ha provocado que resulte casi imposible configurar un único Top 10. Había y hay un exceso de nombres con opciones reales de salir seleccionados entre los diez primeros, y esta última entrega no podía quedar ajena a eso. Así pues, vamos con la hornada definitiva. ¡Los candidatos al Top 10!

Henry Ellenson

Previsión: NBADraft (16º), DExpress (10º) 

Fecha de nacimiento: 13 de enero de 1997 (edad 19), Rice Lake, Wisconsin, USA

Estatura: 2,12 m

Peso: 111 kg

Procedencia: Universidad de Marquette

Posición: Ala-pívot

Comparación: Brian Scalabrine/Brian Cardinal

El clásico jugador de “notables”. Nunca es el primero de la clase pero siempre está en el pelotón de escapados. Ellenson amortiza sus facultades al máximo gracias a un insigne conocimiento del juego. Sorprendentemente habilidoso con el balón en sus manos para un hombre de su tamaño, compensa sus limitaciones físicas con su arsenal técnico.

Buen pasador y reboteador. Es además capaz de subir el balón e incluso detenerse y hacer daño desde el triple. Buena mecánica de tiro, fan del pick&pop, gran lenguaje corporal, reseñable movimiento sin balón… paro, ¿no?

No tengas muchas esperanzas en que Elleson te meta en el bolsillo por su vistosidad y fuegos de artificio. Su punto fuerte es el pragmatismo y una alforja cargada de intangibles. A día de hoy rinde como ala-pívot, pero no se descarta que pueda desarrollarse, si la ocasión lo demanda, como center puro pero de amplio recorrido.

Su cotización sin embargo ha caído algo en las últimas semanas. Puede que sea precisamente debido a sus cualidades físicas nada impresionables, y que éstas le hayan pasado factura en los entrenamientos privados. De los jugadores estudiados hoy, el más proclive a caerse del Top 10.

Domantas Sabonis

Previsión: NBADraft (8º), DExpress (13º) 

Fecha de nacimiento: 3 de mayo de 1996 (edad 20), Portland, Oregón, USA (nacionalizado lituano)

Estatura: 2,08 m

Peso: 107 kg

Procedencia: Universidad de Gonzaga

Posición: Ala-pívot

Comparación: Luis Scola/Marc Gasol

Con semejante apellido, el hype estaba asegurado. A cualquier hijo de Hall of Famer se le pone el detector desde que empieza a gatear, y como muestre cualquier amago de aptitud para el baloncesto apaga y vámonos: futura estrella asegurada en todas las portadas.

Efectivamente, suele haber un exceso de hipérbole en todo esto. Los medios (nostra culpa) cubrimos los guijarros de pan de oro cuando hay sequía de pepitas. Sin embargo, no siempre es así. En Domantas Sabonis hay materia prima, hay resina, hay ADN de sobra para justificar su hype. Arvydas Sabonis son palabras mayores, casi innombrables. Pero eso no quita que su hijo pueda tener una exitosa carrera en la NBA.

Así, olvidémonos por unas líneas de su árbol genealógico y veamos realmente qué puede aportar a esta liga el retoño del mito.

De su mayor o menor clase innata podremos debatir, pero aquí todos a guardar silencio cuando de hablar de su entrega se trata. Domantas da el 100% de sí mismo en cada acción. Trabajador duro y fuerte, saca rédito de su empeño gracias a su bajo centro de gravedad, lo que le otorga una ventaja única respecto a los otros gigantes con los que debe lidiar.

Sabonis junior y el baloncesto se miran y se entienden. Usufructuario de ese ansiado IQ que tan a menudo echamos de menos en los interiores, este chico, además de bailar elegantemente bajo el aro, se compenetra con los de fuera haciendo un magnífico trabajo de pantallas y al pick&roll.

Distinguido pasador, hábil sacando faltas a sus rivales y haciéndolas buenas en el ‘and one’ con su 76,8% desde la línea de personal. Bueno al corte, sabe encontrar el hueco sin balón… en fin, un “erudito de la materia”.

Como en las labores defensivas la mitad del éxito se esconde en las “ganas”, pues ya tenemos en Domantas un buen defensor promedio. Eso sí, su genética no se hizo extensible a los muelles y envergadura americana. No basta con nacer yanqui; su cuerpo, para lo bueno y lo malo, es el propio de la llanura nordeuropea. Y eso siempre puede complicar el paso de la NCAA  a la NBA, donde el reto físico es sustancial.

Entre las tareas para el verano, insistir en su tiro de 4-5 metros y en su finalización de las jugadas con el brazo derecho, donde flaquea más. Con todo, Sabonis Jr. es 20% hype y 80% baloncesto.

Jakob Poeltl

Previsión: NBADraft (11º), DExpress (9º) 

Fecha de nacimiento: 15 de octubre de 1995 (edad 20), Viena, Austria)

Estatura: 2,16 m

Peso: 109 kg

Procedencia: Universidad de Utah

Posición: Ala-pívot/Pívot

Comparación: Andrew Bogut/¿Pau Gasol?

“Puedo ser muy parecido a Pau Gasol”. Esa fue la frase con la que se dio a conocer a medio mundo y lo presentamos aquí en nbamaniacs. Desde luego, pretencioso o no, supo captar nuestra atención.

Lo cierto es que no son muchos los ‘7 pies’ que pueden correr la cancha como lo hace Jakob Poeltl. El austriaco transporta su imponente andamiaje como quien conduce una carretilla pero con la contundencia de un camión cisterna. Su pack de habilidades aún se encuentra en fase amateur y con varios niveles por desbloquear; sin embargo, sabe ganarse hueco hasta la zona pintada y resolver gracias a sus manos grandes y seguras.

Su capacidad para finalizar en las proximidades del aro le ha proporcionado un gran rédito anotador este año (17,3 puntos). En la parte contraria, la defensa, resulta un jugador intrigante. La cierta “torpeza” que aún muestra en situaciones de ataque desaparece a la hora de marcar al rival. Defiende bien el pick&roll y se exprime físicamente en cada instante, lo que le convierte en un seguro atrás.

Los titubeos en torno a este jugador surgen a la hora de hablar de su potencial. Se ha creado una corriente cuasi fanática que da por hecho que agregará a su caja de herramientas los trebejos de los que aún carece (juego de pies, creación de sus propios tiros…), lo cual no está para nada asegurado.

No obstante, Poeltl es joven, currante, sólido y con una fluidez impropia para su tamaño. Si despliega todo lo que esperan de él los más optimistas analistas —un 60% de Pau ya sería todo un éxito—, ‘attention star’.

Posdata: antes de que os malacostumbréis, su nombre se pronuncia “Ya-kob Per-del». Mejor avisarlo con tiempo antes de hacer un ‘Antetokubo’.

Dragan Bender

Previsión: NBADraft (7º), DExpress (7º) 

Fecha de nacimiento: 17 de noviembre de 1997 (edad 18), Čapljina, Bosnia

Estatura: 2,15 m

Peso: 101 kg

Procedencia: Maccabi Tel Aviv (Liga israelí)

Posición: Ala-pívot/Pívot

Comparación: Hedo Turkoglu

¡Bienaventurados los que creen sin haber visto, porque ellos apostarán por Dragan Bender! Perdonad por el arranque religioso, pero es así. A Bender nos lo presentan como ‘Le Cœur de la Mer’ de los diamantes.

No ha promediado ni 14 minutos con el poderoso conjunto israelí y apenas promedia 5,4 puntos por partido. Realmente es de esos que logra ser contratado en la primera entrevista de trabajo. Con muy poquito, Bender ha sabido deslumbrar y convencer. Es innegable que las condiciones las tiene para llegar a la antena del rascacielos. Altura, envergadura, buen tiro, coordinación, IQ,  manejo de la pelota…

Aún no está del todo definido si su impacto devendrá más actuando de ‘4’ —su actual posición— o de ‘5’. Se da la curiosidad, de que es un arma de doble filo para el rival en el pick&roll, ya que actúa con éxito tanto de pasador como de receptor y finalizador.

Buen movimiento lateral para su tamaño, voluntarioso en los rechaces, y con el chip de competidor nato conectado a toda potencia. Sus flaquezas le delatan por el lado físico; sufre los efectos de la gravedad y no es un buen cómplice de los alley-oops. Tampoco tiene una arrancada explosiva como para poder aspirar a ser un jugador total de backcourt —ese que pretendía ser Anthony Bennett—. De fuerza bruta todavía anda algo escaso, y sus movimientos al poste tampoco son los de un coreógrafo de Broadway por el momento.

A pesar de su juventud, sin embargo, ya podemos hablar de un jugador bastante experimentado. A sus 14 años se coronó campeón de Europa con su selección, e hizo su debut profesional a los 15 en el KK Spli. Se le considera el mayor talento por pulir del viejo continente. No hay polígrafo más efectivo para ver cuánto de realidad hay en esto, que la cruenta NBA.

Jamal Murray     

Previsión: NBADraft (6º), DExpress (6º) 

Fecha de nacimiento: 23 de febrero de 1997 (edad 19), Kitchener, Canadá

Estatura: 1,96 m

Peso: 91 kg

Procedencia: Universidad de Kentucky

Posición: Base/Escolta

Comparación: Ben Gordon

«Soy el mejor jugador del draft». Aquí tenemos a la modesta perla anual (junto a Labissiere) que casi cada temporada nos brinda John Calipari y sus Kentucky Wildcats. Además, Murray ya fue ese jugador que empezó a reivindicar focos y enseñarnos las garras cuando algunos queríamos ver a la prometedora selección de Canadá de Bennett y Wiggins. Ya por entonces en los Juegos Panamericanos, llamó nuestra atención con sus 16 puntos de promedio.

Murray, sin llegar a la veintena, exhibe un juego muy pulido y se maneja a las mil maravillas bajo presión. Quizás suene exagerado, pero ya muestra los rasgos de todo un ‘clutch player. Es capaz de hendir el arma de cien maneras: penetrador rápido y contundente, buen finalizador, respetable lanzador de tres (41% con casi ocho intentos por partido) y capaz de encestar casi desde cualquier posición y método que se proponga.

Sin demasiadas cosas a mejorar, excepto si su entrenador se obstina en hacerle jugar de base. Ahí sí surgen los problemas, porque Murray es un jugador mucho más centrado en anotar que en pasar. Precisamente eso, esa dependencia del tiro, es otra de sus debilidades. Lanza una altísimo carro de tiros por partido, esté inspirado o no —Bryant, Harden o Westbrook son tres buenos ejemplos para comparar—, lo que le lleva en esos casos a desconcentrarse y sufrir pérdidas. Algo que, con mano firme y poniéndolo en vereda, está aún a tiempo de corregir.

Ser eliminado en 32º de la NCAA con una mala actuación personal fue un golpe duro para su reputación, pero finalmente terminó subiendo enteros, y ahora oscila arriba y abajo en el top 10. Él, ya lo ha revelado, quiere Minnesota.

Marquese Chriss       

Previsión: NBADraft (9º), DExpress (4º) 

Fecha de nacimiento: 2 de julio de 1997 (edad 18), Sacramento, California, USA

Estatura: 2,08 m

Peso: 106 kg

Procedencia: Universidad de Washington

Posición: Ala-pívot

Comparación: Tyrus Thomas/Antonio McDyess

Mientras firmaba su acuerdo con Nike, su cotización subía como la espuma tras haber agitado alegremente la botella.

Estamos ante un atleta de dimensiones monstruosas. Ante una auténtica tanqueta con la acelerada de un Pagani. Marquese es la mayor estampida de un solo hombre en el backcourt que se nos viene. Corre la pista como un antílope al trote y pone la directa antes de que hayas tenido tiempo a reaccionar. Eso es lo que tiene embelesados a los directivos y provocado que en pocas semanas haya pasado de barajarse su nombre entre los veinte primeros a ser un más que posible candidato al top 5.

Pero no todo es correr en Chriss. Cuando echa el freno de mano, sabe suspenderse en el aire y clavar un buen puñado de tiros de media distancia. Incluso está trabajando en extender su rango de daño hasta el triple (35%). Este curso ha manifestado también una mejor pericia para encarar las defensas y alcanzar el aro tras el drible.

Muestra, como es lógico, un tremendo potencial como defensor, siendo capaz de seguir las arrancadas de los contrarios más vertiginosos. Como taponador muestra aptitudes (1,6) y un buen timming. Sólo 18 años; frotémonos las manos.

Como tarea estival, un clásico: ganar peso. Esto es sencillo. Lo siguiente requiere algo más de esfuerzo. Chriss, por ahora, no es un buen reboteador. Basa casi todo su juego en la confianza que le otorga su físico, pero anda muy, muy verde de fundamentos. No sabe posicionarse, no lee las jugadas y se pierde a menudo a la hora de mantener la posición más idónea en cancha. Por tanto, el joven californiano necesita un mentor, y uno muy bueno. Ser un seis de picas o el As de corazones, depende muy en parte de ello; o, como dicen al otro lado del charco, Marquese puede ser boom or bust.

Jaylen Brown             

Previsión: NBADraft (4º), DExpress (8º) 

Fecha de nacimiento: 24 de octubre de 1996 (edad 19), Marietta, Georgia, USA

Estatura: 2,00 m

Peso: 102 kg

Procedencia: Universidad de Carolina

Posición: Escolta/Alero

Comparación: Jason Richardson/Jimmy Butler

Mucho os hemos hablado ya de Jaylen Brown, y no pocos de vosotros suspiráis por que aterrice en vuestro equipo; y es lo más normal. Un jugador al que ya de partida le establecen un paralelismo con Jimmy Butler (y si me lo permitís, yo añadiría vestigios de Kawhi Leonard y Stanley Johnson), qué menos que babear un poco y sin disimulo por él. Defensa y ataque, ambas cosas en el mismo pack.

Brown es un jugador sumamente atlético y con olfato canino para este deporte. Cuando cabeza y cuerpo se juntan, pueden suceder cosas maravillosas. Extraña por tanto su ligera caída en las quinielas en estos últimos días.

Jaylen ha sido bendecido con una complexión de hombre adulto a muy corta edad. A menudo no ha necesitado sino su clara ventaja muscular para vencer a sus oponentes en el envite individual. Pero no nos confundamos; Brown no es una fuerza de la naturaleza que arrasa en línea recta. Cambios de ritmo y dirección, es capaz de retar a sus defensores enseñándoles el balón para luego girar sobre su eje y crearse espacio para su gran salto y feroz mate.

Para ser un anotador de élite, eso sí, deberá trabajar el lanzamiento. Su mecánica puede mutar dependiendo de la zona desde la que abra fuego. También corre el peligro de depender en exceso de su físico. A veces intenta demasiado, y se olvida u omite recurrir a un mejor manejo del balón para lograr sus objetivos.

Impacto inmediato, listo para jugar y rendir desde el primer partido. Seguir trabajando para pulir su conducción, bote y finalización con la izquierda, y aspirará a convertirse en uno de los jugadores más versátiles y completos de la liga.

Buddy Hield       

Previsión: NBADraft (5º), DExpress (5º) 

Fecha de nacimiento: 17 de diciembre de 1993 (edad 22), Freeport, Bahamas

Estatura: 1,96 m

Peso: 97 kg

Procedencia: Universidad de Oklahoma

Posición: Escolta

Comparación: Brandon Roy/Dell Curry

EL ANOTADOR. Pocos jugadores evolucionan tanto entre sus años junior y senior; Hield es una de esas rarezas. En su cuarto año de universidad, este shooting guard ha llevado su baloncesto al siguiente(s) nivel(es).

Buddy siempre ha sido un lanzador muy consistente, pero lo que ha hecho este año suena a un chiste con el que incluso Stephen Curry arquearía las cejas y sonreiría: 45,7% desde el triple en la barbaridad de 8,7 intentos por partido. El arco exterior se le queda tan corto, que todo indica a que la NBA va a recibir a otro jugador más al que hay que empezar a marcar desde los nueve metros.

Sesiones diarias de entre 500-700 lanzamientos nos hacen ver ante qué clase de ética de trabajo nos encontramos. Sus ansias de mejora no remolonean jamás.

Su desarrollo como driblador se estancó en sus dos últimos años, pero como avanzábamos antes, en su último curso ha dado un paso lunar. Tiene una aceptable facultad para crearse sus propios tiros y ser una amenaza al atacar el aro y forzando el tiro adicional. Corrige su falta de centímetros con su potencia y envergadura.

Para acompañar su magnífico tiro y evitar ser un jugador previsible, deberá seguir poniendo su mejor empeño en el manejo de la pelota, aspirando así a convertirse en un combo guard total y no quedarse en un gran, pero mero, especialista.

Kris Dunn            

Previsión: NBADraft (3º), DExpress (3º) 

Fecha de nacimiento: 18 de marzo de 1994 (edad 22), New London, Connecticut,USA

Estatura: 1,93 m

Peso: 99,5 kg

Procedencia: Universidad de Providence

Posición: Base

Comparación: Devin Harris/Jordan Clarkson

Al final su “veteranía” ha pesado y decantado la balanza a su favor. En uno de los drafts más pobres en cuanto a bases de nivel se refiere, no había nadie que pudiese hacerle sombra al curtido Kris Dunn.

Los Celtics, poseedores de los derechos sobre el pick 3, no cesan de hablar sobre traspasar su ronda. Y tiene toda la lógica que contando en su nómina con Isaiah Thomas, de escoger a Dunn busquen favorecer con sus dones a otro equipo y sumar algo más urgente a su equipo que un segundo base de exquisita calidad.

Hay una estirpe de jugadores que necesitan tiempo. Tiempo para que los conozcas; tiempo para que los aprecies; tiempo para que te des cuenta de todo aquello que pueden aportarle a tu equipo y realmente los puedas apreciar. Pues bien, Dunn no es uno de esos jugadores.

Apenas necesitas unos pocos segundos para saber lo que Dunn te va a dar: velocidad, potencia, zancada… un cuchillo recién amolado directo a sajar la canasta. Dunn es un excelente jugador en situaciones de aclarado, capaz de irrumpir entre las líneas más cerradas. Lo mejor es cuando a un point guard de este perfil le añades la habilidad de encontrar a sus compañeros abiertos y saber reconocer una internada suicida, corrigiendo a tiempo y haciéndola buena con un pase al jugador desmarcado. No en vano, Dunn es uno de los mejores pasadores del Draft (6,2).

Problemas serios en el hombro le permitieron disputar sólo un total de 29 partidos en sus dos primeras temporadas en la universidad, lo que engendró un miedo a una lesión crónica que hoy parece más que superado. Lo que no ha resuelto todavía es su propensión a las pérdidas. Tanta agresividad le pasa factura, y claro, 4,1 balones extravía por partido.

Su fuerte es el juego individual, por lo que habrá de centrarse en enriquecer su juego de equipo, especialmente sin balón y en situaciones de pase y continuación. Buen lanzamiento pero con margen de mejora. Aún así, un jugador que está capacitado de sobra para recibir las riendas como titular en casi cualquier equipo que lo demande desde ya.

And, with the first pick…

Problema. Diviso llanura abisal en el pick 2. Pues desde hace tiempo quedó claro que, tanto Ben Simmons como Brandon Ingram, son sendos ‘números 1’ del Draft. Todos los medios señalan que el australiano será el elegido por los Sixers mientras que Ingram irá a parar a los Lakers; pero por una mera cuestión de necesidad. Ambos son muy buenos, ambos merecen estrenar la primera gorra, y de ambos sabéis una auténtica barbaridad ya gracias a nuestra pesadez informativa.

Y justo por eso, creemos que os merecéis un último asedio sobre estos dos tunantes del baloncesto que nos tienen de cábalas y predicciones hasta las los pelos de las orejas. Mi sección, pues, termina aquí. La ración extra de Simmons e Imgram, Ingram y Simmons, llegará un rato como traca final. La noche, es todavía un misterio.


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