Mike D’Antoni: «No debería haber ido a Nueva York»

El entrenador de Los Angeles Lakers, Mike D’Antoni, se ha sincerado en una entrevista concedida a la periodista de ESPN Los Angeles, Ramona Shelburne. El nuevo jefe de banquillos habló sobre su nueva situación actual, la invitación de Dwight Howard para que compartiera mesa con su familia y con él en el Día de Acción de Gracias y sobre todo de su pasado, relacionado con Steve Nash, Phoenix Suns y su travesía en los New York Knicks.

Tras seis años exitosos en el banquillo de los Phoenix Suns donde llegó a lograr el premio al Mejor Entrenador del Año (2005), la frustración por no lograr el anillo con el equipo de Arizona llevó a Mike D’Antoni a abandonar el barco para comprometerse con los New York Knicks. Allí, en la ciudad de los rascacielos y las luces de neón, solo hubo sombras para un entrenador que estaba acostumbrado a ganar.

D’Antoni, cuando llegó a los Knicks, no sabía a lo que se iba a enfrentar. A un equipo en constante reconstrucción y, pese a que en un primer instante llegara a funcionar con jugadores como Jamal Crawford o Zach Randolph, la dirección decidiría tomar la decisión de esperar a Lebron en 2010. Dos años de travesía y de resultados negativos para esperar al Rey. Y el Rey no llegó, pero en su lugar si lo hizo un viejo conocido, Amar’e Stoudemire, acompañado de Raymond Felton y de otros jugadores exóticos como Timofey Mozgov o Shawne Williams. A los ya presentes Danilo Gallinari o Wilson Chandler.

Con STAT como principal estrella y con el run & gun como forma de vida, D’Antoni volvió a saborear las victorias en esa media temporada. Sin embargo, de nuevo todo se fue al traste cuando el dueño de los Knicks, James Dolan, decidiera desmantelar el proyecto para traer a la estrella Carmelo Anthony. El resto es historia. Una eliminación en primera ronda ante Celtics y año y medio después la dimisión por el mal ambiente que tenía en el vestuario.

Por todo esto, Mike D’Antoni se ha sincerado y ha admitido a la periodista de la ESPN que no tomó la decisión correcta en aquel momento: «No debería haber ido a Nueva York. Debería haberme quedado allí (Phoenix) y haber luchado. Uno no consigue entrenar a alguien como él (Steve Nash) muchas veces. Era sagrado y tenía que haber cuidado de él. No lo hice».

Palabras sinceras y que el base canadiense no conocía de primera mano. El nuevo coach de los Lakers, que actualmente atraviesa un bache con la franquicia angelina, espera retomar el vuelo con la vuelta de Nash, actualmente lesionado del peroné.

«Probablemente tomé una decisión irracional cuando la temporada terminó. Debería haberme esperado un mes. No debería haberlo dejado (su trabajo en Phoenix). Esa fue mi culpa», explica el italoamericano respecto a su repentina salida de los Suns tras no lograr el campeonato.

D’Antoni, quien abandonó los Suns para recalar en los Knicks, niega que tuviera discrepancias con la dirección de Steve Kerr y que ambos decidieron tomar una separación amistosa. Sea como fuere, el entrenador solo piensa en el presente y, pese a que apenas puede caminar debido a su operación de rodilla, espera poder adaptar un nuevo estilo de juego a la plantilla con la vuelta del que fuera su hombre orquesta, Steve Nash.


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