Esta temporada NBA está llena de sorpresas: los Warriors están bien, los Knicks están muy bien y, quizá lo más sorprendente de todo, los Lakers están muy mal.
En lo individual, muchos jugadores por encima del nivel mostrado en anteriores campañas, sobretodo, y también de forma sorprendente, aquellos que más años llevan en la Liga. Mucho mérito para ellos y también para las nuevas estrategias que el baloncesto viene sugiriendo. El cada vez más grande énfasis que los equipos persiguen en abrir la cancha y aprovechar que el tiro de tres vale el 50% más que cualquier otro tiro en movimiento dentro de la pista, hace que los veteranos sigan en la brecha. Si uno es todavía capaz de defender decentemente y lanzar con eficiencia sin tener que botar antes, tendrá aún sitio entre la lista de jugadores, por el momento, más mejorados de lo que va de regular season. Aquí algunos ejemplos:
Andrei Kirilenko (Timberwolves): ¿Se puede ganar el premio al Most Improved Player sin haber jugado en la NBA el año pasado?, se podría preguntar en este caso, viendo como estamos viendo al mejor Kirilenko en años, tras volver a la NBA de un exitoso periodo en el baloncesto europeo.
Molestias en la espalda han dejado fuera de servicio a AK47 durante un tiempo, pero a su retorno (y promediando más de 36 minutos en pista por noche), vuelta a la productividad. Su defensa ha sido clave en este inicio de temporada también, sobretodo durante la baja de Kevin Love.
Jason Kidd (Knicks): ¿Se puede ganar el premio al Most Improved Player con 40 años?, se podría también preguntar en este caso. Porque auque Kidd llegará a la cuarentena el próximo mes de marzo, parece que todavía ha conseguido coleccionar un par de “trucos” nuevos a su amplia y variada colección.
Un apunte: tras anotar el 36,3% de sus tiros de campo la temporada pasada en Dallas, Kidd está este año en New York en el 42,6%, algo que en sus casi 20 años como profesional tan solo había superado una vez (en la temporada 1998-99). Y lo que todavía es mejor, más de ¾ partes de esos tiros llegan desde más allá de la línea de tres puntos, con lo que su efectividad se ve multiplicada.
Las ayudas en defensa que a menudo generan jugadores como Anthony o Chandler y, sobretodo, el trabajado sistema ofensivo de pick-and-rolls contínuos que con tanto éxito está aplicando Mike Woodson, están resultando ser una fuente de inagotable juventud para Kidd.
O.J. Mayo (Mavs): Nadie te va a culpar si dejaste de seguir a los Mavs tras la lesión de Dirk Nowitzki con el curso casi por empezar. Pero de haberlo hecho, te habrás perdido el mejor baloncesto de O.J. Mayo de su carrera. Un rápido repaso a sus estadísticas vale para darse cuenta que es uno de los solamente 8 jugadores que promedian más de 20 puntos por encuentro (a datos de ayer viernes 20,2 exactamente), con un impresionante 50,0% de acierto en el triple (líder de la Liga en tal apartado).
Sí, el supestamente prototípico guard anotador está finalmente anotando. Tras pasar por la USC primero y por Memphis después, Mayo ha encontrado las riendas y los minutos
Larry Sanders (Bucks): Larry Sanders tapona 3,0 tiros (segundo en la NBA) por partido en tan solo 23,8 minutos en pista. Y en su caso no es únicamente lo que está haciendo, sino sobre todo cómo lo está haciendo. Sanders es una fuerza natural cerca del aro, pero su alcance llega también lejos de él. Su futuro en la Liga como defensor de élite parece estar empezándose a escribir.
Pero hay más cosas más allá de la defensa. Su mejora en ataque resulta también evidente, anotando como anota más del 50% de los tiros de campo que intenta. Es trabajo del front office de Milwaukee deshacerse de algún power forward desgarbado que tiene también en su roster y aumentar el rol de Sanders en la plantilla desde ya.
Eric Bledsoe (Clippers): Eric Bledsoe personifica de forma inigualable el entretenimiento en el baloncesto, al menos esta temporada. El robusto y vigoroso point guard es un defensor increíble demasiado atlético como para negarle protagonismo ofensivo.
El curso pasado Bledsoe no pudo juntar todas sus aptitudes en una sola pieza, anotando solamente 3,3 puntos por encuentro en 11,6 minutos de media. Este año, sin embargo, anda promediando unos eficientes 9,4 puntos por aparición en 18,5 minutos por partido sobre el parqué. Quizá todavía demasiados minutos en el banquillo por “culpa” del exceso de guards de calidad en los Clippers; pero cuando entra en cancha, entra con él la electricidad. Ráfagas de robos, conducciones y contraataques en poco tiempo, traducidos en un impresionante 22,8 PER, junto con, quizá, la mejor defensa en su posición de toda la NBA.
De repetirse hoy el Draft de 2010 (en el que fue elegido en el puesto número 18), Bledsoe sería de los primeros jugadores a seleccionar.
NOTA: Datos estadísticos a viernes 21 de diciembre