¿Por qué traspasan los Kings a DeMarcus Cousins?

«Hemos hablado con Divac y la propiedad y nos han asegurado que DeMarcus no será traspasado. Por lo que sabemos, nada ha cambiado». Las declaraciones realizadas por Jarinn Akana, representante de DeMarcus Cousins, horas antes de que se cerrase el traspaso del pívot a New Orleans Pelicans, quedan ahora como la más clara evidencia de la extraña negociación realizada por Sacramento.

Los dirigentes de los Kings, con Vlade Divac a la cabeza, han jugado a dos bandas con Cousins. Mientras al pívot y a los medios les decían una cosa —el Sacramento Bee también informaba anoche que sus fuentes aseguraban que Cousins no sería traspasado—, su actitud en los despachos era otra. Los Kings habían decidido mover a Cousins y durante las últimas 48 horas negociaron con Los Angeles Lakers y New Orleans Pelicans para conseguir que el center recalase en un nuevo equipo sin consultar con sus representantes.

La actitud de Divac de decir una cosa en público y finalmente hacer otra ha sorprendido entre los círculos de la NBA según The Vertical. “No vamos a traspasar a DeMarcus”, dijo Divac a ESPN hace menos de dos semanas. “Esperamos que esté aquí por un largo tiempo”.

¿Por qué?

Si hace semanas se filtró que los Kings y Cousins llegarían a un acuerdo de renovación el próximo verano por valor superior a los 200 millones de dólares, muchos no entienden ahora que Cousins ya no forme parte de un proyecto pensado alrededor de él. Y es que para encontrar el motivo de este cambio de parecer hay que irse hasta la personalidad de Cousins. Según The Vertical, el propietario de los Kings, Vivek Ranadive, se dejó convencer de lo que la dirección deportiva recomendaba —traspasar a Cousins— cuando vio que la actitud del jugador no cambiaba. Su explosivo comportamiento, plagado de incidentes con medios, rivales y árbitros, incluyendo insultos dirigidos a los Warriors, y la victoria ante los Celtics sin su participación tras ser suspendido, hizo el resto. Ranadive dio su brazo a torcer y autorizó las negociaciones.

Con Lakers y Pelicans como principales equipos interesados en Cousins, Divac y su asistente Ken Catanella negociaron durante todo el All-Star en Nueva Orleans. Pero la negativa de los angelinos de incluir a Brandon Ingram en las negociaciones hizo que los Kings se centrasen en la opción de los Pelicans y durante la noche del domingo, a pesar de que ni la NBA ni Sacramento deseaban que el acuerdo saliese a la luz mientras se celebraba el All-Star Game, ambas partes sellaron los términos del traspaso.

Reconstrucción

En Sacramento ahora toman un camino conocido, el de la reconstrucción. Habiendo perdido a Cousins, ni la llegada de una promesa como Buddy Hield o el retorno de Tyreke Evans consiguen evitar que la plantilla empeore y la franquicia vea nuevamente la lotería del Draft como una de sus grandes esperanzas de futuro. En junio de 2017 los Kings contarán posiblemente con dos elecciones de primera ronda en un Draft que se dice vendrá cargado de talento, por lo que tampoco sería de extrañar que Divac siga moviéndose en el mercado en los próximos días o meses para maximizar lo recibido por Cousins.

Aún así no son pocos los que desconfían del futuro de Sacramento. Los Kings se han caracterizado en los últimos años por un mal funcionamiento interno que ha provocado multitud de cambios directivos y técnicos y sus elecciones en el Draft no han resultado como se esperaban. Jugadores como Stephen Curry (2009), Kemba Walker y Kawhi Leonard (2011), Damian Lillard (2012), Giannis Antetokounmpo (2013) o Dario Saric (2014) pudieron ser elegidos por los Kings, pero a cambio se optó por otros nombres que no alcanzaron ese nivel. No obstante hay que anotar en su haber la elección del propio Cousins en 2010 (quinto, detrás de otros como Derrick Favors o Wesley Johnson) e Isaiah Thomas en 2011 con el puesto número 60.

El panorama para Cousins

Cousins, que había reiterado el viernes su intención de renovar por Sacramento, “está en estado de shock”, revelaba una fuente cercana al jugador a The Vertical. El pívot, que había recibido las primeras indicaciones de que su traspaso estaba cerca de cerrarse nada más concluir el partido de las estrellas, solo alcanzaba a decir un “me encanta Nueva Orleáns” a la espera de que el movimiento fuese oficial.

Que Cousins quiera seguir con los Pelicans más allá de que su actual contrato expire en junio de 2018 está por ver. De momento el pívot se ha quedado sin posibilidad de negociar un nuevo contrato este verano que con Sacramento hubiese podido alcanzar los cinco años y casi 210 millones de dólares y ahora, si desea un contrato a largo plazo, tendrá que esperar a julio de 2018 para entablar conversaciones sobre un contrato que no podrá alcanzar esa cifra y se quedaría en un máximo con los Pelicans de 180 millones de dólares y cinco años. Eso sí, existe la posibilidad, si los Pelicans tuviesen espacio salarial el próximo verano de 2017 y Cousins quisiera, de renegociar una extensión de contrato de tres años y mayores emolumentos, al estilo de las firmadas por James Harden y Russell Westbrook durante el pasado verano de 2016.

En cualquier caso el poder ser compañero de Anthony Davis ha resultado en un mal negocio económico para Cousins, que se queda como mínimo sin 30 millones de dólares adicionales que le hubiese podido ofrecer Sacramento. El tiempo dirá si deportivamente le compensa o no.


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