Testigos de un Kobe Bryant imposible

Se suponía que ésta no iba a ser una buena temporada de Kobe Bryant. Debía estar ya viejo, para el arrastre, cuesta abajo y completamente incapaz de volver a hacer las grandezas con las que siempre asociaremos al mejor Kobe Bryant.

Para colmo, muchos pensaron que Kobe todavía estaría peor cuando se lesionó la muñeca durante la pre-temporada. La derecha, nada menos. Sus agallas puestas en juego, y la creencia general de que, aunque Bryant pasara el test, los Lakers no iban a ser mejores.

Pero si uno viene prestando atención durante las últimas semanas, se dará cuenta que los dudosos (que eran muchos) se sienten ahora tremendamente extrañados. En vez de estar viejo, para el arrastre, cuesta abajo y demasiado “herido” como para contribuir, Kobe se ha resituado en el status de mejor jugador de la NBA. De nuevo.

Si no otra cosa, de lo que estamos siendo testigos ahora es del testamento del fuego competitivo que siempre ha inundado las venas de Kobe Bryant. Haber puesto en duda su límite competitivo nos está permitiendo ver cosas en Kobe esta temporada que ninguno de nosotros esperaba.

Los números hablan por sí solos. Actualmente Kobe lidera la lista de máximos anotadores de la competición con 30.8 puntos por partido, una cifra relanzada hasta donde nuestra visión ya no alcanza por los recientes cuatro esfuerzos consecutivos de más de 40 puntos. Mirando más allá, nos daremos cuenta que Bryant ha anotado 37 puntos o más en seis de los últimos nueve partidos.

“Casualmente”, los Lakers han ganado siete de esos últimos nueve encuentros, deshaciéndose del incómodo 3-3 con el que empezaron la regular season, hasta situarlo en su actual balance de 10-5; todavía no en la cresta de la ola de la Conferencia Oeste, pero que permite dejar claro que los rumores de defunción de la franquicia angelina eran tan solo enormes y precipitadas exageraciones.

Kobe siempre ha tenido ese tipo de afán competitivo, pero, sinceramente, hacía tiempo que no se lo veíamos. O, al menos, no lo vimos la temporada pasada (especialmente en la post-temporada), donde sí parecía estar ya cuesta abajo. Sus minutos en pista decrecían y su promedio anotador (25.3 por partido) fue el más bajo desde los 24.0 de la temporada 2003-04.

Así que viendo los minutos y la producción ofensiva de Kobe este año, cabe plantearse dónde estará realmente su punto de inflexión. Porque una cosa es plantearse su duración como jugador determinante, y otra muy distinta es presuponer un prematuro agotamiento. Y el hecho que la temporada 2011-12 sea más corta juega a favor  de ser optimistas en que Bryant va a seguir en la brecha, arriba del todo; o, en otras palabras, no descartar que los Lakers de este Kobe lleguen de nuevo a las Finales y a ver qué sucede ahí.

Admiradores y detractores varios, no importa cuándo termine este “viaje”. Debemos hacernos a la idea de que quizá estemos ante una de las mejores temporadas de Kobe Bryant, lo que, vista su asombrosa carrera, no es poca cosa. Congratulémonos.


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