El ‘trash talking’ es el día a día de la NBA. Gente como Kevin Garnett se ha encargado de encumbrar esos momentos en los que -con o sin balón en juego- se puede ‘soplar’ en la oreja de un rival para ganar esa batalla psicológica que puede darte ventaja en la siguiente jugada. Pues bien, hay casos en los que intentarlo no sirve para nada.
Draymond Green, otro de los jugadores que gusta de ‘intimidar’ a sus rivales en el transcurso del juego, ha comentado como esa táctica quedó anulada por Tim Duncan, al que define como el posible mejor ‘4’ de la historia, desde el primer día que se encontraron en una cancha.
«Tengo una historia con Tim Duncan. En mi año de novato intentaba hacer ‘trash talking’ a todo el mundo. Así, durante un partido empecé a decir cosas a Tim, algo que ya había hecho con alguien de su equipo. La cuestión es que empecé a hablar con Tim y el tipo se me quedó mirando. Yo seguía hablando y el seguía mirándome», expresa en ESPN para acabar recalcando que se dio por vencido.
«En ese momento me di cuenta que no hablar más con él en el resto de mi carrera podía estar bien. Había varias opciones. Uno, no iba a contestarme porque no me tenía respeto. Dos, no iba a contestarme porque simplemente él es así. O tres, ambas. Me di cuenta de que esa era la última vez que iba a haber ‘trash talking’ con él, y así fue», sentencia.
Duncan es sin duda un tipo serio en pista, y tomar como estrategia la indiferencia y la solidez por encima de entablar diálogos es algo que le viene como anillo al dedo. Green entendió rápido que intentar sacar de sus casillas al ’21’ de los Spurs no es una opción. Lección aprendida.