Entrevista a Horace Grant

Durante toda la década de los 90, un poderoso ala-pívot de 2,08 que se caracterizaba por no ser egoísta y estar siempre al servicio del grupo, se convirtió en una figura reconocida incluso entre los seguidores más light de la NBA debido a las particulares gafas tipo «buzo» que lució durante la mayor parte de su carrera. Hablo de Horace Grant, un jugador que fue miembro de algunos de los mejores equipos de la época y que se retiró en 2004 tras ganar cuatro anillos -tres con los Bulls, uno con los Lakers- y disputar seis finales en total.

Grant ha estado unos días en España como embajador de lujo de la NBA con motivo del fin de semana del All-Star 2011 y concedió una entrevista muy cercana y agradable a nbamaniacs.

La mayoría de los aficionados recuerdan a Horace Grant formando parte de los primeros Bulls campeones junto a Michael Jordan y Scottie Pippen. Grant era una pieza fundamental en el engranaje defensivo y ofensivo de aquel quinteto, «un jugador de equipo». Pero desavenencias económicas con la directiva de Chicago le hicieron fichar por Orlando en 1994, cuando ya había pasado una temporada completa desde que Jordan se retiró por primera vez. «De haber permanecido Jordan en Chicago habríamos tenido grandes posibilidades de poder ganar algún anillo más, por lo que tal vez hubiese valorado la idea de no separarme de Pippen, mi mejor amigo en los Bulls, y haber intentado otro asalto al campeonato juntos».

Pero lo cierto es que Grant abandonó la Windy City y fue un jugador clave en unos Magic que obtuvieron el mejor balance del Este en la temporada 94-95, encontrándose con los Bulls del reaparecido Jordan en semifinales de conferencia. La eliminatoria marchaba con un resultado de 3-2 a favor de Orlando, pero el sexto partido parecía encarrilado para los Bulls. Sin embargo, los tres últimos minutos finales de Chicago fueron un caos, el equipo se mostró incapaz de anotar y los Magic dieron la vuelta al marcador. «Fue una gran victoria para Orlando y para mí». Aprovechando que Grant había realizado una estupenda serie (no pudo disputar los últimos minutos del encuentro por un golpe en un dedo) y que tenía viejas cuentas pendientes con Jerry Krause —general manager de los Bulls por aquel entonces-, Shaq le levantó a hombros y Horace gritó y celebró efusivamente la clasificación de Orlando en el United Center.

«Simplemente fue un gran momento. Tal vez la gente piense que lo celebré mucho pero lo cierto es que después del partido estuve hablando con Scottie, nos dimos un abrazo y me deseó suerte. No hubo problemas por ello con mis ex compañeros». Tras esa eliminación, los Bulls tuvieron claro que debían cubrir el hueco que había dejado Grant y en verano contrataron los servicios de Dennis Rodman.

Un par de semanas después de la eliminatoria entre Chicago y Orlando y tras dejar atrás a los Pacers en las finales de conferencia por 4-3, los Magic sufrieron al mejor Hakeem Olajuwon de la historia. «Fue realmente imparable, dominó a Shaquille y a todos los jugadores con los que se enfrentó en los playoffs del 95». Los Rockets les barrieron en la final por 4-0 y de paso arruinaron la capacidad de encestar tiros libres a Nick Anderson. Pero el gran protagonista fue Hakeem. «Le hicimos double-teams, intenté ayudar a Shaq a defenderle… no funcionaba nada. En muchos casos doblaba el balón hacía fuera a Kenny Smith o Robert Horry. Sus tiradores nos cosieron a triples», explica Grant. «Ese año los Rockets eran mucho mejor equipo que nosotros».

Cuando se le pregunta sobre quien es el mejor jugador como líder para un equipo lo tiene claro: «Michael, indudablemente Michael. Shaq es más como un niño grande, un gran tipo que cuando quería jugaba fenomenal, pero Michael era un líder desde el momento en que nació». Los rumores sobre la escasa relación entre Jordan y Grant no le impiden afirmar que «si se trata de motivar a sus compañeros o hacerse cargo del partido por él mismo, no ha habido nadie como Jordan».

En su segunda etapa en Orlando, los Magic tenían como entrenador a Doc Rivers. El actual técnico de los Celtics y Horace Grant chocaron virulentamente e incluso Rivers pidió su salida de la franquicia y llegó a compararlo con «un cáncer para el equipo». «Tuvimos diferencias (pausa larga). Hablamos un tiempo después cuando yo formaba parte de los Lakers y los dos estuvimos de acuerdo en que nunca se debería haber llegado a tal extremo, teníamos que haberlo manejado de otra forma», comenta. «Afortunadamente ya no hay problemas entre Doc y yo».

Su carrera terminó en Los Ángeles, en uno de los equipos más bizarros que se han visto nunca en la NBA. Los Lakers de la temporada 2003-04 eran un polvorín, un equipo formado por muchos veteranos como el propio Grant, Gary Payton o Karl Malone y estaban liderados por dos estrellas que no se hablaban salvo para lanzarse dardos en la prensa, Kobe Bryant y Shaquille O´Neal. «Puedes tener todo el talento del mundo en un equipo pero si no hay química no vas a ganar. Nuestro equipo de esa temporada fue prueba de ello, teníamos todo el talento pero ninguna química» lamenta Horace. «Toma su tiempo construir esa química en un grupo».

Hablando de la actualidad más reciente, no titubea al considerar justo el resultado del concurso de mates del All-Star 2011: «Blake Griffin saltó el coche, hizo mates poderosos y fue creativo, sin duda se merece ser el campeón».

No descarta acabar siguiendo los pasos de Charles Barkley dentro de un tiempo: «A lo mejor termino como comentarista. Espero que con mejores puntos de vista que Charles (risas)».

Elio Martinez y Horace Grant

En la actualidad Horace Grant se dedica a entrenar a niños y jóvenes en su propio campus y también realiza funciones como embajador de la NBA. La liga americana ha aprovechado el All-Star 2011 para promocionar aún más su competición en España y para ello organizó junto al BBVA y Adidas —patrocinadores oficiales de la NBA— una fiesta especial el pasado domingo en el Hard Rock Café de Madrid a la que acudió el mítico ex jugador.


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