La llegada de Jeremy Lin y un descenso en el rendimiento del jugador, han provocado que Ricky Rubio ya no sea uno de los principales focos de atención de la temporada en la NBA.
El español ya ha disputado 38 partidos con los Timberwolves en la competición americana en poco más de dos meses y el brutal esfuerzo puede que le esté pasando factura, acostumbrado a jugar un número similar de encuentros a lo largo de ocho meses en Europa.
Su porcentaje de acierto en tiros de campo ha descendido de forma alarmante, presentando un 8/38 en los últimos cinco partidos jugados. El promedio de asistencias de Rubio también ha disminuido, habiendo conseguido pasar de las 10 asistencias tan sólo una vez durante los últimos 13 encuentros (12 esta noche en Portland).
¿Rookie wall? ¿Los rivales ya le van conociendo y le defienden mejor?
«Creo que es una mezcla de todo», comentó su entrenador Rick Adelman. «Le están defendiendo de forma diferente, más física. En nuestra liga los entrenadores estudian bien y descubren cosas. Y además no hemos lanzado muy bien en muchos partidos cuando él ha estado, debería haber logrado más asistencias de las que tiene.»
Como consecuencia de ir conociendo el juego de Rubio, los equipos defienden mejor los pick-and-rolls y el base español se encuentra con más ocasiones en las que tiene que tirar en lugar de asistir. Y su tiro no le está funcionando.
«No pienso sobre ello», declaró Ricky al Star Tribune al ser preguntado sobre el temido rookie wall. «Simplemente son unos partidos complicados en los que mis lanzamientos no están funcionando. Tengo que trabajar en ello y seguir mejorando.»
Ricky Rubio ha disputado su último partido esta noche en el Rose Garden de Portland, donde sumó 10 asistencias durante el primer cuarto -récord de la franquicia-, pero nuevamente según pasaron los minutos su aportación perdió peso y terminó con 6 puntos (1/8), 4 rebotes y 12 asistencias en 38 minutos en pista.