Escondido en uno de los mejores drafts de la historia, el que presentó a la NBA a jugadores como Michael Jordan, Hakeem Olajuwon, Charles Barkley y John Stockton, aparecía uno de los mejores jugadores internacionales de la historia. En 1984, los entonces New Jersey Nets eligieron en el 131º puesto a un joven jugador brasileño que ya despuntaba en Europa, Oscar Schmidt. Pero tuvieron que pasar 33 años antes de que «Mão Santa» debutara en un partido NBA.
Un acierto intacto
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El astro brasileño fue una de las grandes atracciones del partido de celebridades que sirve para abrir la acción del fin de semana del All-Star. Si bien fueron participantes más jóvenes y en forma los que brillaron (el ex-jugador Brandon Armstrong, de fama renovada como «imitador» de estrellas NBA por YouTube, fue el MVP), Schmidt dejó un par de muestras de su efectividad. Con 59 años recien cumplidos, consiguió anotar los dos tiros que intentó, terminando con 4 puntos sin fallo.
«Si lanzo 20, sería 20 de 20», afirmó un feliz Oscar Schmidt tras el partido en declaraciones a AP, explicando también que «sintió bien, muy bien. Fue emocionante de verdad. Me encantó, así que soy feliz». Fue la primera vez en la que Schmidt participó en un partido organizado por la NBA. Su fichaje por los Nets nunca fue posible por la normativa FIBA de la época que le hubiera convertido en inelegible para representar a Brasil en competiciones internacionales.
Pura historia
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El alero eligió a su selección, siendo uno de los anotadores más temibles del panorama internacional y manteniendo todavía el récord de anotación en todas las competiciones (49.737 puntos) y en los Juegos Olímpicos (1.094). Su gran trayectoria, también a nivel de clubes entre Europa y su Brasil natal, le hicieron merecedor de ser elegido para el Salón de la Fama en 2013, meses después de operarse de un tumor cerebral maligno que hizo temer por su vida.
Nunca fue tarde para que la NBA le reconociera como uno de los mejores jugadores, sino el mejor, que nunca llegó a jugar en su liga. Días antes, los propios Nets realizaron un homenaje a uno de sus jugadores drafteados más ilustres, y New Orleans pudo también disfrutar al menos en un par de ocasiones de una de las muñecas más especiales de la historia del baloncesto. Más de tres décadas después, Oscar Schmidt hizo un debut tardío, pero merecido.