La renovación parece haberle sentado a las mil maravillas.
A falta de 8 segundos, Klay Thompson encestó en suspensión para poner a los Warriors un punto arriba y dar con la tecla para que finalmente se llevasen el triunfo por 90-95 de Portland.
“Nuestro objetivo era hacer que tuvieran tiros difíciles, y lo hicieron”, confesaba LaMarcus Aldridge, que vio cómo su gran actuación con 26 puntos y 13 rebotes quedaba diluida por el ciclón que suponen Stephen Curry y el propio Thompson.
Y es que el dúo de los Warriors consiguió 50 de los 95 puntos del equipo, convirtiendo 17 tiros de campo por los 19 que logró el resto del equipo junto. Thompson acabaría con 29 tantos, mientras que Curry aportaría 21.
“Es un tándem que está aportando a ambos lados de la cancha. Es emocionante”, relataba un feliz Steve Kerr, que veo cómo sus pupilos llevan ya un 3-0 en este inicio de temporada regular.