Adiós a Brandon Roy

La mañana NBA se despertó con la resaca del traspaso vetado a Chris Paul, y la excitación del inicio de los training camps y del mercado de fichajes, pero una noticia llenó de tristeza a la liga: la retirada de Brandon Roy. Las rodillas del talentoso escolta han dicho basta, y han forzado al tres veces All-Star a dejar el baloncesto de élite.

Nate McMillan, entrenador de Portland, comentaba la dura noticia a los medios: «Sabemos lo que (Roy) significa para la franquicia. Contábamos con él para volver a tener un baloncesto ganador. Es un talento increible. Es triste cuándo ocurre una situación como esta». Su compañero de equipo, Nicolas Batum, «no podía creerlo, todavía no puedo creerlo».

Incluso sus rivales reconocían su tristeza. «Estoy triste tras escuchar que Brandon Roy se retira. Tuvo una gran aportación en una carrera demasiado corta. Le deseo lo mejor en su próximo capítulo», decía Steve Nash en Twitter. Por el mismo medio, LeBron James se negaba a creerlo. «Por favor, que no sea verdad. Brandon Roy retirándose. Perder a uno de los dos mejores exteriores de la liga antes de que esté listo para irse. ¡Qué mala suerte, tío!», lamentó.

Pero no habia vuelta de hoja. Los meniscos de Brandon Roy, absolutamente desgastados, no podían soportar más las exigencias de una temporada NBA. Su rendimiento en las dos últimas temporadas ya había caído dramáticamente, y el dolor hacía complicado que el mejor rookie de la temporada 2006-07 siguiera jugando. Las revisiones médicas antes de empezar la pretemporada fueron demoledoras para el futuro deportivo de Roy.

Los Blazers están ya trabajando en los trámites legales para oficializar su retirada, lo que permitiría a la franquicia que su contrato dejara de contar en su gasto salarial a partir de la próxima temporada. Su sueldo también dejaría de ser pagado por los Blazers, y pasaría a ser asumido por el seguro.

Atrás quedaría una carrera más corta de lo esperada (sólo 5 años como profesional), una merecida reputación como jugador demoledor en los momentos decisivos (rivalizando incluso con Kobe Bryant en ese aspecto), y el canto del cisne en los pasados Playoffs. Roy, ya con un papel secundario en los Blazers, volvió a disfrutar del baloncesto con un glorioso último cuarto en el cuarto partido de la serie de primera ronda ante Dallas. 18 puntos en esos 12 minutos, incluido un inolvidable 3+1, y la victoria para su equipo fueron el mejor testamento de otra carrera que termina demasiado pronto.


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