Aldridge y Kawhi frenan a unos combativos Bulls

El locutor del pabellón arengaba por megafonía de vez en cuando al AT&T Center con el clásico Defense! para espolear a los suyos. Sin embargo, su función esta vez fue meramente ambiental, porque los San Antonio Spurs no pararon de defender en todo el partido.

Se notaba que una cita de alto copete como la de esta noche, congregaba más focos de los habituales aún si cabe por jugarse en el señalado Día de Navidad. Quizás por eso, dos equipos de por sí habitualmente combativos, estuvieron todavía excepcionalmente más intensos. El encuentro prometía y no defraudó. Dos equipos entregados delante y sobre todo atrás, durante los 48 minutos de juego.

Inicio arrollador

Pero la inspiración favoreció de una manera más acentuada en los dos primeros asaltos a los locales. Empezaron fallones los Bulls y certeros los de casa, generándose un rápido parcial de 2-17 que supervivía hasta el 15-30 con ese margen de quince puntos que amenazaba con finiquitar el partido muy antes de tiempo. Por suerte, la segunda unidad de Fred Hoiberg saltaba al parqué a falta de poco más de tres minutos del primer cuarto y entre Felicio, McDermott y un Mirotic que hoy sí veía aro desde el triple, lograban reducir la distancia a 25-36, resistiendo al 82% de acierto inicial de San Antonio.

En el segundo periodo continuaron las alternativas, en donde ya LaMarcus Aldridge iba dejando visos de que éste iba a ser su partido encestando casi todo lo que pasaba por sus manos. No obstante, los visitantes siguieron empujando, y merced férreas defensa lograban dejar el envite al descanso en un prometedor 50-55. El espectáculo estaba servido a la vuelta de vestuarios.

Las estrellas brillan

Las defensas apretaban todavía más, los marcajes se duplicaban y el espacio para recibir siempre fue mínimo. Pero los esquemas ofensivos también estuvieron magníficos, buscando una circulación continua para burlar al rival y con una movilidad de ambos perímetros incansable. Tony Parker penetraba y buscaba al hombre abierto, mientras que Rajon Rondo trataba de sacar ventaja buscando una mayor verticalidad en el juego interior y con pick & rolls.

Y luego las estrellas, a la altura de si mismas en ambos conjuntos. Dos de los defensores más sobresalientes de la liga, Kawhi Leonard y Jimmy Butler, se ganaron sus galones. Un embudo casi insuperable siempre para el que sufría su emparejamiento. En ataque, bien Butler (19 puntos, 3 asistencias, 4 rebotes, 1 robo y cero pérdidas con 8/19 en tiros), mejor aún Kawhi (25 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias, 3 robos).

Pero con el uniforme de la Windy City quien dejó claro que sigue teniendo mucho que decir es Dwyane Wade. Sus 25 tantos e ímpetu del tercer cuarto devolvieron a los Bulls al partido, incluso colocándose por delante del marcador durante varios instantes. Qué decir que no se sepa ya de Flash; su calidad y plasticidad volvieron a asombrar al pabellón una velada más. El escolta es el jugador en activo con más puntos (301) y partidos disputados (12) en el Christmas Day.

Aldridge, imperial

Pero quién dejó claro que esta noche iba a ser su noche fue, desde el primer minuto, LaMarcus Aldrige. Encestó los primeros ocho puntos de partido de manera consecutiva y prácticamente idéntica; tiro de seis metros casi en estático todos con mismo final: la red.

Simplemente estaba en uno de esos días. Sus once primeros lanzamientos acabaron dentro. El ala-pívot de los Spurs explotó el pick & pop a gusto, y penetrando la defensa cuando sus marcadores, desesperados por puntearle, caían en la finta. Aldridge concluyó con 33 puntos en un sensacional carro de 15/20, a lo que añadió 9 rebotes.

Pau Gasol, discreto pero efectivo ante su ex equipo, aportó 12 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias. Quién sí estuvo realmente eficiente y además se le vio sumamente ágil y activo en el tiempo que estuvo en cancha fue David Lee, con 9 puntos en 4/5 en tan solo 16 minutos.

Merece la pena mencionar, hablando de suplentes, la escasa confianza que está dando Hoiberg a Bobby Portis, un jugador que apuntaba muy alto en su pasado año rookie, así como a Denzel Valentine, uno de los jugadores más prometedores del último Draft, y que si bien poco a poco va entrando en la rotación no se atrevió con ellos esta noche ante San Antonio. Ambos se han quedado hoy en dos residuales minutos.

A rebufo del líder del Oeste

El partido, que desembocaba en el último cuarto con opciones para ambos bandos, lo rompía prácticamente Danny Green con sus dos únicas canastas de toda la noche. Llegaron de forma consecutiva y desde el triple. Seis tantos que ponían el luminoso 95-82, y ya con este colchón nuevamente de dos dígitos los de Popovich lograron resistir hasta el final gracias a su —no nos cansamos de repetirlo— bárbara defensa. El marcador final, 100-119, algo más abultado de la igualdad vista, especialmente en la segunda mitad.

Con esta victoria y tras la derrota sufrida in extremis horas antes por los Warriros ante los Cavs en duelo de reedición de Finales, los tejanos se colocan a sólo dos partidos de Golden State, con un balance 26 victorias y 6 derrotas. Por su parte, los Bulls, sumidos en una temporada de altibajos, caen momentáneamente al 9º lugar, fuera de Playoffs, en la Conferencia Este.


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