Alec Burks sigue siendo una de las apuestas firmes de la dirección deportiva de Utah Jazz. El escolta formado en Colorado, quien sólo ha podido jugar 58 partidos entre las dos últimas temporadas, es una de las piezas más importantes en el esquema de Quin Snyder. Por ello, tras ser sometido el 7 de junio a una artroscopia en su rodilla izquierda, la franquicia de Salt Lake City prefiere caminar sobre seguro con su puesta a punto.
«Está haciendo progresos. El trabajo con él se parece al que hicimos con Dante. Dennis lo decía así: ‘Vamos a centrarnos en los próximos 12 años antes que en los siguientes 12 meses’. Esa es la realidad con Alec. Queremos alcanzar ese punto en el que esté totalmente cómodo y seguro. Está participando en todo menos en lo que requiere contacto. Costará un tiempo que recupere el hábito de juego», expresa el entrenador de los Jazz tras la primera sesión del training camp.
Cuestionado directamente por si su jugador estará preparado para comenzar la temporada, Snyder prefiere ser cauto y no asegurar ninguna de las posibilidades.
«Creo que sí. Es algo parecido a lo que me dirá el personal médico. Entre lo que me comentan y lo que veo, lo cierto es que hay buenos avances, especialmente alrededor de la última semana. Creo que llegará un momento en el que su recuperación se acelere; sin embargo, puede también que no sea así. No lo sé con exactitud, aunque tengo esa esperanza».
Burks se ve bien
Las palabras de Snyder han causado cierta sorpresa, ya que Burks comentaba pocas horas antes –exactamente en el Media Day– que estaba mucho mejor que al concluir la temporada pasada, cuando jugó algunos minutos en los últimos partidos de Utah.
Contrato a largo plazo
Tras una fantástica campaña 2013-14, la cual finalizó con 14 puntos, 3,3 rebotes y 2,7 asistencias en 28,7 minutos por partido, Burks se ganó una extensión de 4 años y 42 millones de la que aún le quedan tres cursos por delante.