All-Star 2012: jugadores que merecen debutar

Con el proceso de votación para que elijamos a los jugadores que estarán presentes en el All-Star Game a celebrar en Orlando a finales de febrero todavía abierto, y a pesar de que algunos de los elegidos pueden considerarse ya fijos, existen numerosos candidatos poniendo sólidos argumentos sobre la mesa para debutar en tan importante evento a nivel de reconocimiento personal.

Aquí van una decena de ellos (datos estadísticos a 27 de enero de 2012):

Ty Lawson (Denver Nuggets): Durante el último año, los Nuggets han tenido un buen puñado de talentosos pointguards. De ellos, todos han acabado siendo traspasados o sentados en el banquillo, en favor de Ty Lawson. Lawson promedia 15.7 puntos, 6.5 asistencias y 1.5 robos por partido, pero además está siendo una fuerza imparable en los dos lados de la cancha para estos sorprendentes Nuggets. Con solo 24 años y 1’80m de altura, el liderazgo de Lawson es incuestionable, y no solo dentro de la pista sino también en el vestuario. Aunque lo merece, su presencia es más que complicada. No importa. Habrá muchas oportunidades más de debutar en un All-Star de seguir con su rendimiento actual.

Jose Calderón (Raptors): Cualquier duda que hubiera en Toronto sobre la posición de base antes de iniciarse la campaña reposa plácidamente dentro de un cajón gracias al espectacular momento de Jose Calderón. En su séptima temporada en la NBA, Calderón presenta unos números muy sólidos (10.6 puntos y 8.7 asistencias por noche), además de un remarcable acierto desde la línea de tres puntos (34.4%). A pesar de una defensa mejorable, el extremeño se está especializando en el rebote ofensivo largo, y sigue siendo una garantía en la generosidad en el juego. Con 30 años, Calderón es el cuarto mejor pasador de la competición, al tiempo que permite estar teniendo sus mejores años como profesionales a jugadores como DeMar DeRozan o Andrea Bargnani, y hacer que los Raptors, al menos, no caigan en el olvido como suelen.

LaMarcus Aldridge (Blazers): De auténtico robo se puede considerar la omisión de Aldridge del All-Star Game del año pasado. Por ello es impensable que este año vuelva a suceder algo similar. Más cuando, por un lado, los 22.5 puntos y 8.9 rebotes que Aldridge aporta por partido y, por el otro, el buen juego y mejor clasificación que ofrecen los Blazers que él lidera, actúan como garantía. Ya no hablamos aquí de uno de los mejores big men de la Liga, y sí de uno de los mejores jugadores de la NBA. Hasta ahora infravalorado, el respeto de Aldridge se medirá como merece cuando sea este año seleccionado para viajar a Orlando.

Roy Hibbert (Pacers): Con Al Horford lesionado, el segundo mejor center de la Conferencia Este juega en Indiana con el número 55. Pocos jugadores existen en el Eastern capaces de aguantar una embestida de Howard. Bien, pues Hibbert es uno de ellos. Tan solo en su tercera temporada como profesional, Hibbert acaricia el doble-doble de media (14.4 puntos, 9.9 rebotes), además de poner 1.7 tapones a sus adversarios en cada partido. Su presencia en ataque es consistente. Su envergadura en defensa da miedo. ¿Es una presencia en el All-Star el siguiente paso en su hasta ahora exitosa carrera NBA? Definitivamente, quizás.

Kylie Lowry (Rockets): Cuando se habla de una de las más grandes sorpresas (aunque los más apasionados, hablarían con razón de confirmación) de la temporada, el nombre de Kylie Lowry quizá sea el que deba ser pronunciado primero. Lowry promedia 15.9 puntos, 8.8 asistencias, 6.9 rebotes y 2 robos por partido. Lanzando, además, magníficamente a canasta (especialmente desde fuera) y dominando a nivel excelso todos los aspectos del juego. Es segundo de la NBA en asistencias y pelea con Kobe Bryant para ser el guard que más rebotea de la competición. En su sexta temporada como profesional, pocos esperaban este tipo de producción en Lowry ahora. Su temporada está siendo enorme y muy bien puede incluir una más que merecida presencia en el All-Star Game.

Andrea Bargnani (Raptors): No es una broma ni un error que dos miembros de la plantilla de los Raptors aparezcan en esta lista. Bargnani está camino de lo que puede ser su mejor año como profesional y llamando a las puertas de una inclusión en el roster del Este en Orlando. 23.5 puntos, 6.4 rebotes y un 34% desde la línea de tres puntos son su carta de presentación. Pero si profundizamos en ella, nos daremos cuenta que por fin Bargnani, con la altura y envergadura que tiene, ha dejado de ser un jugador eminentemente exterior, para decidirse a sacar provecho de sus condiciones por dentro, donde hay más contacto. Esa es la principal mejora que nos ofrece esta temporada el italiano.

Andrew Bynum (Lakers): Durante más de media década, Bynum ha sido la principal definición de inconsistencia. Hoy, por fin, su rol ha cambiado. Después de perderse los cuatro primeros partidos de la regular season, su entrada en la competición ha sido como la de un huracán en el estado de Oklahoma. 16.1 puntos y 12.7 rebotes por noche así lo confirman, además de saber desplazar a Pau Gasol hasta el tercer lugar en la lista de jugadores importantes del equipo angelino, lo que no es poco. Su defensa y rebote sigue siendo soberbia, pero su mayor impacto este año viene en la parte ofensiva. Los rumores que sitúan a Dwight Howard en los Lakers difícilmente cesarán, pero si el rendimiento (y no las lesiones) sigue siendo la noticia que acompaña al nombre de Bynum, quizá sean los propios Lakers los que se tiren para atrás. Mientras tanto, un debut en un All-Star no estaría de más.

Ryan Anderson (Magic): Los Orlando Magic están haciendo lo imposible para convencer a Dwight Howard para que se quede en Florida. Y, sin duda, Ryan Anderson está poniendo todo de su parte. Sus promedios por partido (16.6 puntos y 6.7 rebotes) son excelentes, pero su porcentaje de tiros de tres puntos (42.3%) sobrepasa cualquier indicio de normalidad. Anderson es ya un pilar sobre el que se sustenta el presente y el futuro (tiene solo 23 años) de la franquicia de Orlando. ¿Serán sus actuaciones suficientes para persuadir a Howard para que no se marche? Probablemente no, pero bien le pueden hacer jugar por primera vez un partido de las estrellas.

Monta Ellis (Warriors): La racha que durante la mayor parte de los últimos diez años ha hecho que uno de los mejores anotadores de la NBA quedara siempre fuera del All-Star Game debe terminar este próximo mes de febrero. Ellis promedia esta temporada 21.9 puntos, 7.2 asistencias y 1.8 robos por encuentro, dejando atrás el egoísmo que durante toda su carrera le ha perseguido. Su porcentaje desde la larga distancia sigue inconsistente, pero su habilidad para protagonizar el ataque está más fuerte que nunca. Y hasta ha mejorado su defensa, gracias a la labor de su nuevo entrenador, Mark Jackson. Cierto es que sus números personales pueden haberse visto favorecidos por los continuos problemas de Stephen Curry con las lesiones, pero ¿qué hace un líder en la pista cuando encara dificultades? Superarse.

James Harden (Thunder): No es demasiado común que jugadores no titulares generen debates sobre merecidas presencias en un All-Star. Pero eso es lo que ocurre cuando en un jugador se ven esencias de superestrella. En lo que llevamos de temporada, Harden está promediando 16.8 puntos, 3.3 asistencias y 4.1 rebotes para Oklahoma City Thunder. Anota el 36.5% de los triples que intenta y está emergiendo como uno de los guards más involucrados en el rebote de la Liga. Muy pocos equipos, si hay alguno, proporcionan la fuerza desde su banquillo que los Thunder tienen gracias a Harden. Parece que Russell Westbrook ha bajado un pistón esta temporada, pero Harden ha destacado en todas las facetas del juego, lo que ha permitido a los Thunder seguir en lo más alto sin dejarse nada por el camino. Su rol en un equipo de “nivel anillo” debe hacerle viajar por primera vez a un All-Star tan solo en su tercera temporada en la NBA.


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