Quién iba a decir a estas alturas de temporada que Andre Roberson estaría siendo uno de los ases que la pizarra de Billy Donovan y los Thunder escondían. Probablemente, a quien hubiera sostenido que el escolta podría ser un punto clave ante Golden State, le habríamos instado a modificar medicamentos.
Y la cuestión es muy seria. En temporada regular, Roberson promedió unos insulsos 4,8 puntos, 3,6 rebotes y 0,8 robos en 22,2 minutos de media en cancha. Y en las presentes Finales del Oeste, sus actos han emergido hasta 10,5 puntos, 6,5 rebotes, 1,3 asistencias, 1,8 robos y 1,0 tapones en 26,7 minutos.
El brinco es palpable, pero más todavía si entramos a diseccionar su responsabilidad avanzada. En las finales del Oeste, su porcentaje de tiros es de 58,6 en tiros de campo y 54,5 en triples, animándose con casi tres triples intentados por noche.
Más aún destaca su estadística rebuscada. Cuando Roberson ha estado en cancha ante los Warriors, Oklahoma saca una ventaja de 12,7 puntos por cada 100 posesiones a Golden State. Cuando no ha estado, gana la Bahía en 4,2 puntos por cada centenar de acciones. Son aspectos que pueden pasar inadvertidos pero que vociferan la importancia de Roberson en los Thunder actuales.
No solo de la optimización de Kevin Durant, Russell Westbrook o el pronunciado relieve interior de Steven Adams, Serge Ibaka y Enes Kanter vive la revolución de los Thunder. El acople de Roberson está siendo también decisivo en la serie ante los vigentes campeones.
Defensa de Warriors
Y el escolta de OKC ahora reclama flases a partir del menoscabo que la defensa de Golden State consideró dedicarle desde el primer encuentro. Más preocupados de las ayudas con Durant y Westbrook, en una gran cantidad de jugadas el quinteto de los Warriors deja solo a Roberson.
Un solar en la esquina, balón para él y triple. Todo empezó así. Sencillamente pero creciendo en importancia en cada nuevo encuentro. «Si no me van a defender, voy a estar en la esquina tirando triples. Solo tengo que tirar con confianza», dijo el propio Roberson tras los primeros marcajes con la vista, y recogió el Bay Area News Group.
Más actividad
Sin embargo, la injerencia del tapado jugador ha ganado varios niveles más. En los últimos partidos, la pizarra de Billy Donovan hasta ha contemplado variables con el escolta como actor de reparto o principal.
Véase un ejemplo en el siguiente vídeo: bloqueo más continuación/interpretación posterior en lugar de seguir solo en la esquina para tirar. Resultado, defensa de los Warriors perforada.
https://www.youtube.com/watch?v=8RREFqkBOOw
También Donovan ha sabido aprovechar los espacios alrededor de Roberson como arma de doble filo: corte a canasta donde haya un defensor con otro jugador de OKC; con ello, el rival tiene que dejar solo o a Roberson o al otro atacante, y a partir de ahí se genera ventaja. Detalles tácticos de los muchos que han llevado al inesperado 3-1 que campa en estos momentos en la final del Oeste.
Kerr
«Es un jugador muy activo», dijo de él Steve Kerr, técnico de los Warriors, tras el Game 4. «Cogió rebotes ofensivos, se coló detrás de nuestra defensa un par de veces y no le defendimos correctamente», añadió la voz cantante de Golden State.
En la Bahía conocen el problema. La cuestión es que no es la única grieta por la que ha sangrado el equipo californiano. Si del «win or home» de esta noche (03:00 hora española y cinco menos en Argentina) los Warriors quieren salir respirando, la llave pasa por la confianza de lanzamientos y la pizarra de Kerr.