Después del fatídico mes de julio de 2014, en el que una fractura de tibia le alejó de las canchas durante casi un año, Paul George volvió a vestirse ayer, ya en serio, con los Indiana Pacers.
Y, desde el inicio –en el partido ante los Pelicans– el alero volvió a mostrar su personalidad, su liderazgo en la franquicia amarilla. Terminó el encuentro con 18 puntos, 5 rebotes en 24 minutos, y –lo que es mejor– la sensación de que no hubiera pasado una temporada prácticamente en blanco.
George diversificó mucho sus puntos, consiguiendo canastas de origen diverso. Todo ello buenos síntomas para el aventajado jugador de los Pacers vuelva a despacharse a gusto en la Conferencia Este.
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