Esta temporada se da por hecho que Atlanta no conseguirá repetir el excelso curso pasado, cosa por otra parte lógica dado el récord de la franquicia (60-22), y la primera prueba de ello la dieron anoche en su partido inaugural ante Detroit Pistons, con los que cayeron derrotados 94-106.
Los Hawks se vieron superados por un colosal Andre Drummond (18 puntos, 19 rebotes), bien escoltado por Kentavious Caldwell-Pope (21 puntos, 4/7 en triples), y los fichajes Ersan Ilyasova y Marcus Morris (18 puntos cada uno), sin olvidarnos de un involucrado Reggie Jackson (15 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias). El choque llegó al final del tercer cuarto prácticamente decidido (66-82 para los visitantes) y no hubo sorpresas de última hora.
Se echa de menos a Carroll
Mientras Detroit celebraba la victoria, en Atlanta ya comienzan a añorar a DeMarre Carroll, y en la madrugada de ayer ni Kent Bazemore (0 puntos, 7 rebotes) ni Thabo Sefolosha (2 puntos, 7 rebotes) llenaron mínimamente el vacío que su marcha ha dejado en el equipo.
Tampoco fue un partido brillante de Tiago Splitter (refuerzo estrella de esta temporada) ni de Kyle Korver, muy desacertado desde la línea de tres (7 puntos, 1/5 en triples). Además, la diferencia en el rebote (40-59) y las pérdidas de balón marcaron el desenlace final. Sí cumplieron en cambio Dennis Schroeder (20 puntos desde el banquillo), Jeff Teague (18 puntos), Al Horford (15 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias) y Paul Millsap (19 puntos, 8 rebotes), pero no fue suficiente ante un juego más coral de los Pistons, mucho mejor equipo anoche sobre el parqué.