Si alguien pensaba que sería un día más en la oficina para los Cavaliers estaba muy equivocado. Los Pistons, tan aguerridos y decididos como se esperaba, llevaron hasta el límite al Big Three de los de Ohio que, cual trabajador en la cantera, debió picar piedra hasta última hora para acabar tirando el muro rival por un apretado 106-101.
Digo el Big Three porque lo cierto es que fueron ellos tres: LeBron James, autor de 22 puntos y 11 asistencias, Kyrie Irving, firmando 31 puntos y 6 asistencias, y Kevin Love, demostrando su buen momento con 28 puntos y 13 rebotes, quienes tuvieron que combinarse para hacer posible que el primer punto de la eliminatoria se quedase en casa. En total, hicieron 81 de los 106 puntos locales.
Antes de llegar a ese extremo, Detroit dejó claro que no ha aparecido en los Playoffs para pasar desapercibido. Lejos de sufrir la inexperiencia de algunas de sus piezas -Marcus Morris, Kentavious Caldwell-Pope, Tobias Harris y Stanley Johnson debutaban en una postemporada- el equipo salió con determinación; tanta como para desesperar a la defensa de su rival, que veía cómo los triples caían hasta sumar 10 en el primer tiempo y dejarles cinco puntos abajo al descanso (53-58).
Sabedores de que las cosas no podían seguir así, en Cleveland ajustaron su defensa de perímetro en la segunda mitad, algo que poco a poco fue apagando a los Pistons. Ejemplo de ello es Marcus Morris, que tras acumular 19 puntos en el primer tiempo, sólo pudo anotar uno en los segundos 24 minutos para quedarse en 20.
Pese a la mejoría local, Detroit empezó el último cuarto anotando cinco puntos que le situaban siete arriba (76-83). Llegados a ese momento, con los aficionados de los cavs viendo que la derrota sobrevolaba The Q, el Big Three mostró toda su fuerza -hicieron 16 de los últimos 17 puntos del partido- a la vez que los Pistons, tras tres cuartos casi perfectos, empezaban a descontrolarse; algo lógico en un equipo que no pisaba los Playoffs desde 2009. La victoria, pese a los esfuerzos finales vía time out de Van Gundy, fue para los locales.
Además de Morris, en Detroit destaco Kentavious Caldwell-Pope, que anotó 21 puntos, Reggie Jackson, con 17 puntos y 7 asistencias, y Stanley Johnson, que se quedó cerca del doble-doble con 9 puntos y 8 rebotes.
Miedo al ‘hack’
Sin que Lue indicase en ningún momento a sus hombres que realizaran faltas intencionadas para enviar a Andre Drummond a la línea de tiros libres, Stan Van Gundy decidió sentarle a falta de 3 minutos viendo que el partido estaba igualado. En todo caso, el pívot concluyó con 13 puntos y 11 rebotes.
Pérdidas y rebotes ofensivos
Viendo las estadísticas del partido, resulta sorprendente que los Pistons fuesen mejores en tiros de campo (50,7% frente a 44,3%) y mejores lanzando de tres (51,7% frente a 34,7%), estando además igualados en tiros libres (75% frente a 76,1%), y acabasen perdiendo el partido. La respuesta está en que Cleveland dominó el rebote ofensivo (12 por 5) y supo además cuidar el balón (perdió sólo 4 frente a 10 del rival). Con esos números, pudo disfrutar de hasta 15 tiros más.