Volver a Canadá le sentó estupendamente a los Raptors. Tras dos claras derrotas en Cleveland, el equipo dirigido por Dwane Casey sacó una convincente victoria en el tercer partido de las Finales del Este, ganando por 99-84. Toronto se encontró con un excelente DeMar DeRozan en ataque y con un monstruoso partido en la pintura de Bismack Biyombo para resolver el duelo frente a unos Cavs donde solo LeBron James estuvo al nivel esperado entre sus estrellas.
Desde el primer cuarto se vio que los Raptors habían vuelto a casa con una actitud diferente. Los triples entraban (especialmente de un Kyle Lowry que recuperó su acierto), pero la diferencia radicaba en la defensa. Los Cavaliers eran incapaces de entrar con tanta facilidad en la pintura, y Kyrie Irving y Kevin Love (4/28 combinado en tiros de campo) eran incapaces de hacer mella como en otros partidos. Los triples de J.R. Smith y Channing Frye y la agresividad de LeBron James evitaron en un principio que Cleveland se descolgara.
La gran (y dolorosa) noche de Biyombo
Pero en Toronto todo encajaba. Bismack Biyombo, quien acabaría con 26 rebotes y 4 tapones, se proclamaba dueño de las zonas, y reservas como Cory Joseph y Patrick Patterson dominaban a la segunda unidad de los Cavs. Sus dos estrellas, DeRozan y Lowry completaban su mejor partido de estas Finales del Este, empezando a abrir hueco desde el segundo cuarto, donde a la vez el partido tomaba un giro algo absurdo con un conato de tangana donde James acabó recibiendo un manotazo involuntario de su propio compañero Tristan Thompson.
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La tensión entre ambos equipos fue palpable durante todo el partido, acabando sobre la bocina con un absurdo golpe bajo a Biyombo cortesía de un especialista durante más de una década en malas artes como Dahntay Jones. Pero la agresión recibida no disminuyó en absoluto el gran partido del pívot congoleño. 6 puntos consecutivos de Biyombo en el último cuarto cortaron cualquier intento de remontada de los Cavaliers, quienes nunca se acercaron lo suficiente para poner miedo real en el cuerpo de los Raptors.
Con Irving y especialmente Love fuera de onda, James (24 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 2 robos) fue el único jugador de Cleveland que mantuvo el tipo con consistencia, pero sin la brillantez de otros enfrentamientos. J. R. Smith (22 puntos) aportó acierto exterior, fue incapaz de detener a DeMar DeRozan. El escolta de los Raptors terminó con 32 puntos, bien acompañado por un Lowry (20 puntos) menos presionado que en otros duelos, mientras que los 14 puntos de Cory Joseph y los 10 de Patrick Patterson fueron también valiosos. El cuarto partido, también en Toronto, se celebrará el lunes. Una prueba de fuego para unos Raptors que aún no renuncian a seguir haciendo historia.