Mientras acuerdos económicos de calibre se cierran entre Brooklyn Nets e Infor —más parches estéticos para las camisetas— otras gestas, no de tantos millones pero sí mucho más significativas, tienen lugar.
Quincy Acy ha firmado por dos años y 3,7 millones de dólares con la franquicia neoyorkina. Para ello ha seguido esta vez el camino largo. Paso sin complejos por la Liga de Desarrollo tras cuatro años ininterrumpidos en la NBA. Poco tardaron en fijarse en él de nuevo en las altas esferas. Sendos contratos de diez días con los Nets para acabar rubricando el contrato bianual. Un contrato modesto para lo que se firma hoy en día en la NBA; un contrato, sin embargo, más que copioso e idílico para cualquier jugador de la D-League.
D-League: una liga modesta
Los que han sido durante estas últimas semanas los compañeros de Acy en los Texas Legends de la D-League —equipo afiliado tanto de Nets como de Nuggets— cuentan con un salario anual que oscila entre los 18.000 y lo 28.000 dólares anuales. Una cifra que, bajo el ritmo y nivel de vida que marca el país norteamericano, no es para tirar cohetes.
El técnico de los Legends, Bob MacKinnon, de la mano de Sam Amick de USA Today, nos trae la noticia. El power forward, para celebrar su nuevo contrato en la NBA, ha querido tener un detalle con los que han sido sus colegas de vestuario y junto a los que ha convivido a la sombra de los focos y entre pabellones vacíos.
Una tarjeta regalo de 250 dólares para cada uno de ellos —el 1,3% de su salario para los que cobran 18.000 al año— y zapatillas nuevas para todos los miembros del staff técnico. «Nuestros chicos no ganan mucho dinero. Este tipo de gesto y viniendo además de alguien como él, resulta increíble y abrumador», ha dicho MacKinnon.
Desde aquí aplaudimos también el gesto de Acy. Su ferocidad y semblante aterrador para donde corresponde; el parqué.