Candace Parker toca por fin el cielo de la WNBA

Una de las mejores jugadoras de la historia del baloncesto consiguió por fin su anillo de baloncesto. Tras 9 temporadas como profesional, Candace Parker pudo llevar a las Sparks a convertirse en las nuevas reinas de la WNBA. El equipo propiedad de Magic Johnson se llevó el quinto y último partido de las Finales de la liga ante las Minnesota Lynx en un duelo épico, fascinante y competido hasta el último segundo, digno colofón a las que quizás hayan sido las mejores Finales de los 20 años de historia de la WNBA.

El duelo de las mejores

El cambio de formato de los Playoffs impuesto esta temporada en la liga femenina permitió que los dos mejores equipos de la temporada regular, con mucha diferencia, pudieran verse en las Finales. Minnesota y Los Angeles hubieran estado destinadas a jugar unas Finales anticipadas peleando por el trono del Oeste, pero este año pudieron verse las caras en el escenario más grande. El experimento fue un éxito total, cinco partidos llenos de rabia, furia y actuaciones estelares entre equipos cargados de algunas de las mejores jugadoras del mundo.

Y la mejor esta temporada había sido Nneka Ogwumike. La ala-pívot de las Sparks fue un prodigio de eficiencia durante toda la campaña, llevándose con merecimiento el MVP. Pero las Finales eran una espina clavada desde hacía mucho tiempo para Candace Parker, quien había fracasado previamente en su intento de ganar el campeonato desde que empezó a volar a la sombra de la legendaria Lisa Leslie. Tras muchos contratiempos, un parón de un año para dar a luz a su hija Lailaa y una difícil última temporada (relegada del Team USA de los Juegos de Río 2016 y llorando el fallecimiento de su gran mentor Pat Summit), Parker consiguió por fin el anillo más ansiado.

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Sin respiro

El Target Center se llenó de entusiastas aficionados (y visitas ilustres de Timberwolves como Ricky Rubio o Zach LaVine) para el partido final. La mayoría salió seguramente decepcionado por el resultado, pero no por la emoción. Todo tuvo que decidirse en el último cuarto, con dos equipos lanzados por sus nombres más reconocibles, Maya Moore y Candace Parker. La alero de las Lynx castigaba con su inteligencia y habilidad en búsqueda de su cuarto anillo en sus seis temporadas en la WNBA, pero Parker no podía desaprovechar una oportunidad demasiado grande para conseguir el último gran éxito que se le resistía.

Elegida MVP de las Finales, Parker sostuvo con brillantez a las Sparks en un último cuarto de infarto, terminando con 28 puntos y 12 rebotes. Todo tuvo que decidirse en el minuto final, con una extraña aparición de los árbitros para decidir con demasiado retraso si una canasta de Nneka Ogwumike entró o no antes del final de una posesión de las Sparks. Pero, finalmente, las heroínas fueron las jugadoras. Candace Parker y Maya Moore intercambiaban canastas y ventajas, dejando a las Lynx por delante (75-74) a un punto del final. Y la Nneka Ogwumike, la MVP, quiso cerrar su mágica temporada anotando la canasta ganadora a 2 segundos del final. La irreductible Lindsay Whalen fallaba el último tiro a la desesperada, desatando el delirio de las Sparks, campeonas por primera vez desde 2002.

Las lágrimas de Candace

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Era el final feliz de una temporada extraña para las Sparks. Tras un comienzo fulgurante, perdieron fuelle en la recta final de la temporada regular, perdiendo el primer puesto y, a la postre, el factor cancha de las Finales en beneficio de Minnesota. La sonora ausencia de Candace Parker y Nneka Ogwumike de la convocatoria de la selección de Estados Unidos para Río 2016 las dejó con rabia, viendo como sus dos grandes referentes perdían la opción de colgarse la medalla olímpica.

Toda esta frustración estalló al final del partido, muy especialmente para Parker. A sus 30 años, ha sido dos veces campeona universitaria, dos veces campeona olímpica y dos veces MVP de la WNBA. Pero esto era diferente. En la entrevista post-partido, Parker solo pudo llorar emocionada, repitiendo «This is for Pat» («esto es para Pat»), en recuerdo de la legendaria y recientemente fallecida Pat Summit, su entrenadora en la universidad de Tennessee. El esquivo campeonato de la WNBA era suyo de la forma más magistral posible y ante el rival, Minnesota, más duro posible. No hubo mejor manera de entrar en el olimpo de las campeonas al que Candace Parker siempre estuvo destinado a pertenecer.


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