La amistad está por encima de casi cualquier otro tipo de interés. Precisamente porque ésta, la amistad (real), es desinteresada.
Es por eso que Carmelo Anthony, por más que juegue en los Knicks y a la sombra ejecutiva de Phil Jackson, no ha tenido ningún problema en posicionarse públicamente a favor de LeBron James, jugador de los Cavaliers y amigo desde hace años, a raíz de las turbias declaraciones del Coleccionista de anillos y que ya empiezan a dejar un reguero de consecuencias en forma de réplicas.
Además, se une el hecho de que la relación entre alero y presidente no es la mejor soñada (a raíz de la imposición del triángulo ofensivo de uno, y la desidia al respecto del otro). Por ello, más aún, Melo no se ha cortado a la hora de salir en defensa de quien, entiende, debe. Todo vuelve a girar en torno a la palabra de insoslayables tintes raciales: posse.
La palabra inadecuada en el contexto inadecuado
«Nunca me gustaría oír esa palabra ligada a mí y a la gente que considero mi familia. Gente con la que he luchado contra viento y marea. Me gustaría que se refirieran a nosotros en todo caso como tight-knit (un grupo muy unido) o familia, porque eso es lo que considero que esas personas son para mí», ha respondido Melo a pregunta de Mike Vorkunov, colaborador del New York Times y USA Today.
A continuación Vorkunov ha insistido en el calificativo, buscando claridad absoluta. ‘¿Es posse una palabra ofensiva para tí?’, ha preguntado el reportero. «Creo que todo el mundo lo entendería [el contexto]. No creo que tengas que ser científico aeroespacial o una persona con formación para entender qué significa ese término para nosotros» ha aseverado el jugador knickerbocker.
Entiendo a Melo, y estoy de acuerdo con lo que dice. Estoy también casi convencido de que Jackson, persona inteligente y suficientemente razonable tradicionalmente ante los medios, no quería impregnar de tintes racistas sus declaraciones. Eso sí; se equivocó tremendamente en usar esa palabra; ese polémico, e innecesario a todas luces, término. Y seguro que él ya lo sabe.