Dos de los conjuntos que se presentaban como unos de los máximos favoritos al anillo han comenzado la temporada tan mal que comienza a haber dudas de que aún estén a tiempo de cambiar la dinámica.
Houston Rockets y Los Angeles Clippers sufrieron durante la jornada del miércoles sendas derrotas que les siguen alejando de la zona noble de la Conferencia Oeste. Las dos franquicias acumulan un récord de 3–7 en los últimos 10 partidos, solo mejores que los de 76ers, Lakers y Trail Blazers en toda la NBA.
Houston (5–10)
Houston sufrió su tercera derrota seguida, esta vez en casa a manos de Memphis por 93–102. James Harden anotó 40 puntos, pero fue incapaz de dar la vuelta al marcador.
“Estamos frustrados, pero la confianza aún está presente. Tenemos tiros que normalmente los metemos y no están entrando y eso da más presión a nuestra defensa”, trató de explicar Harden a Associated Press.
Lo cierto es que los Rockets anoche tuvieron un buen ejemplo en el que fijarse: Memphis comenzó la temporada con problemas y acumulando un 3–6, pero después han dado la vuelta a la situación ganando seis de sus siete siguientes partidos.
“En nuestro caso sabíamos que era culpa nuestra. Cuando podemos reconocer los errores es fácil corregirlos en lugar de pensar que los demás equipos son mejores que nosotros”, comentó Mike Conley, autor de 19 puntos contra Houston.
Clippers (7–8)
Tras iniciar el curso con un prometedor 4–0, los Clippers entraron en barrena y no salen de ahí. Ya son siete derrotas en ocho partidos.
Anoche tropiezo en el Staples Center, el tercera consecutiva en casa. Utah Jazz se impuso por 91–102 merced a los 33 puntos de Gordon Hayward.
Significativo es que los Jazz pasasen de los 100 puntos por solo la segunda vez esta temporada.
Blake Griffin realizó un magnífico partido al lograr 40 puntos y 12 rebotes, pero el gran estado de forma del ala-pívot se está viendo empañado por los resultados colectivos.
“Tenemos que arreglarlo”, expresó Chris Paul en declaraciones al Orange County Register. “No está bien, no es justo para nuestros aficionados. Somos mejores que esto. Nunca habíamos estado así”.