Los Kings pueden perder –es lo que han hecho habitualmente desde hace bastante tiempo– pero eso no evita que DeMarcus Cousins sea un auténtico espectáculo sobre la pista. Si hace años sabíamos que iba a dominar la pintura, desde el pasado nos sorprendió sumando a su excelso repertorio ofensivo el triple: anotó 1,1 por partido. Ahora, en un nuevo curso que se vislumbra oscuro en la capital de California, la bestia formada en Kentucky brilla con jugadas como ésta. Le metió 38 puntos a los Clippers y se permitió el lujo de anotar un triple desde media cancha y sobre la bocina. ¿El mejor pívot de la NBA? Posiblemente.