Hace seis meses que la vida de Dante Cunningham cambió drásticamente. El por entonces jugador de los Minnesota Timberwolves, era detenido al ser acusado de presunta violencia doméstica por su novia. Hoy, pese a que los cargos han sido retirados y que la policía ha concluido que su expareja se inventó gran parte de la denuncia, el jugador de Maryland cuenta como ninguna franquicia le ha hecho oferta alguna, entendiendo que es demasiado arriesgado contratarle.
«Llegados a este punto se trata de hacer justicia y de limpiar mi nombre. Es evidente que esto añade un terrible sello a mi nombre… Ahora cuando alguien mira a Dante Cunningham dice: ‘Oh, ¿no era el que estaba en problemas? Nadie dice nada de que era un cargo falso y es algo que hay que cambiar, hay que hacer justicia para que esto no vuelva a suceder», dijo a The Associated Press.
Sobre su posible regreso a la NBA, Dante no pierde la esperanza, y por ello se dedica a entrenar en la universidad estatal de Pensilvania junto a un excompañero que está en el cuerpo técnico; sin embargo, sus esfuerzos están siendo en vano.
El agente del exjugador de los Timberwolves, Joe Bell, asegura que su representado podría haber conseguido un contrato valorado en 4 millones anuales; algo que ha quedado en nada por la acusación, y que según comentan dos ejecutivos de equipos de la NBA a AP no parece que vaya a cambiar, ya que ambos aseguran que el cargo de violencia doméstica no es un ultimátum para que sus equipos tengan en cuenta a Cunningham, pero sí que lo hace más complicado.