Derek Fisher, sorprendido por la necesidad de tener que motivar a sus jugadores

En un año que ha pasado de la transición al sonrojo, Derek Fisher trata ya de mirar al futuro para ayudar a los New York Knicks a mejorar. Para ello, entiende que uno de los puntos clave será el de conseguir motivar a sus jugadores, algo que, para su sorpresa, le está costando mucho en el presente curso.

«Probablemente, lo que más llama la atención es que aún hay que trabajar muy duro para motivar e inspirar a los chicos a este nivel«, expresó tras el partido disputado hace dos días ante Orlando Magic.

Comparando con el pasado

La cierta incredulidad que muestra el técnico de los neoyorkinos, se debe a las diferencias que encuentra respecto a sus inicios como jugador. «Cuando un chico llegaba a la liga en 1996 no era necesario. Si no se motivaba por sí mismo, simplemente no conseguía jugar. Habiendo jugado durante 18 años, mi cerebro funciona de esa manera», señaló.


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