Cuando uno cree en una filosofía y en un objetivo claro, muchas cosas y situaciones son accesorias, prescindibles. Más o menos así estaba programado el partido de los Spurs en Colorado del viernes por la noche.
Gregg Popovich decidió dar descanso a cuatro de sus titulares para jugar en el Pepsi Center, un pabellón complicado debido a la altura a la que se encuentra la ciudad de Denver. Aunque los tejanos plantaron batalla acabaron cediendo por 102 a 98. Todo esto teniendo en cuenta que Tim Duncan sí estuvo en el partido, el único titular de San Antonio que no tuvo el día libre. El ala-pívot disputó 34 minutos y terminó con 21 puntos, su mejor marca de la temporada.
Por los Nuggets el máximo anotador fue Jusuf Nurkic, autor de 21 puntos y 9 rebotes, un nuevo tope ofensivo en la carrera del jugador bosnio.
El dato
Denver Nuggets, con una marca de 33 victorias y 47 derrotas, se ha quedado fuera de Playoffs, pero concluirá el año con un curioso dato que bien podría pasar a los anales de la franquicia. El conjunto de Colorado se ha convertido en el único equipo capaz de vencer este año tanto a Golden State como a San Antonio, las dos franquicias que parecen estar claramente por encima del resto y están logrando impresionantes cifras de victorias. De hecho nunca antes en la historia de la liga dos equipos habían sumado tantos triunfos en un mismo curso.
Los récords dan igual a Popovich
¿Cómo encarará San Antonio el partido del domingo contra Golden State? Si las declaraciones y decisiones de Popovich sirven de algo, probablemente esconda sus cartas.
Por el momento, el tropiezo en Denver ha implicado que sea la primera vez de la temporada que los Spurs caen dos veces seguidas. Partiendo de la base de que este hecho nunca se ha conseguido en la NBA —concluir una temporada regular sin perder dos encuentros consecutivos—, parece claro que a Popovich este récord le importaba más bien poco, porque de lo contrario hubiera puesto a LaMarcus Aldridge, Kawhi Leonard, Danny Green, Tony Parker o Manu Ginobili, todos ausentes por decisión técnica.
Atendiendo al otro posible récord, terminar invicto en casa con un 41-0 como marca —algo que tampoco se ha logrado nunca—, Popovich lo tiene claro. “No significa absolutamente nada. ¿Qué consigues si terminas invicto? ¿Ganas algo por ello? Es por eso por lo que no significa nada”, explicó el entrenador antes del partido en Denver. “A lo mejor te dan una taza de café o algo. Pero eso es todo”.
Domingo y martes, Warriors y Thunder respectivamente en el AT&T Center. Habrá que esperar a la estrategia de Popovich.