Las declaraciones posteriores al entrenamiento de los Warriors de este martes fueron más parcas que una rueda de prensa con Hodor conduciendo la ceremonia. La premisa era evitar palabras espinosas y opinar lo menos y más correctamente posible sobre la no sanción con partido a Draymond Green por parte de la NBA.
Cuando los periodistas quisieron preguntarle por la piedra en el camino que Green dejó a la futura descendencia de Steven Adams, la acción en sí, el jugador siempre se acogió a terceros caminos.
Por ejemplo, a la cuestión de cómo fue su declaración a la investigación que la NBA ha llevado a cabo, Green respondió: «Russell Westbrook y Kevin Durant son dos jugadores increíbles a los que necesitamos parar esta noche». Los cerros de Úbeda como denominador común.
No obstante, en una de las respuestas, Green dejó translucir su actitud ante todo lo que ha pasado y la forma con la que afrontará partidos venideros. «Nunca seré cuidadoso. Simplemente voy a ser yo mismo y el partido acabará de la manera que yo acabe», sentenció Green.
Descontento OKC
El jugador de los Warriors fue multado con 25.000 euros más la elevación de su acción a flagrante de tipo 2 por golpear a Steven Adams en la entrepierna.
Jugadores contrarios como Kevin Durant, expusieron, también, este martes su poco encaje con la decisión de la NBA de no sancionar a Green con partidos de suspensión. Esta noche (03:00 hora española y cinco menos en Argentina), Warriors y Thunder pelearán por el cuarto punto de una serie crepitante.