Hace unos días Greg Oden realizaba unas declaraciones con las que muchos no estamos de acuerdo. El ya retirado pívot se autocalificaba como “el mayor pufo en la historia de la NBA”.
Estas palabras tan duras ya han tenido respuesta por alguien que guarda una estrecha vinculación con Oden; alguien que fue la elección Nº2 del mismo draft cuando Oden era el primero de esa lista y eso acabó siendo casi una condena para él desde el minuto uno.
“No tiene sentido [decir que es un pufo], de veras que no lo tiene”, dijo ayer Kevin Durant en una entrevista para ESPN. “Para ser un pufo, tienes que jugar y mostrarle a la gente que has o no has progresado como jugador. Él no ha tenido la oportunidad”.
La elección que los Blazers tomaron con Oden en su día era tremendamente lógica, pero cuando este empezó a lesionarse y encima Durant daba destellos de superclase a cada partido, las valoraciones sobre quién debió ser elegido en qué puesto cambiaron mucho.
“Él no quería lesionarse. Vamos, la última cosa que él quería era eso. Cuando él ha podido jugar, era pura fuerza. Cómo protegía la pintura. Eran tan buenos con él y LaMarcus Aldridge en la zona, Brandon Roy y Andre Miller por fuera… tenían un gran equipo. Él era una parte importante, nada de ser un pufo. Simplemente no jugó mucho debido a las lesiones, eso es lo que pasó”, añadió Durant.
¿Durant a los Blazers?
Con Portland en disposición de elegir primero durante la noche del Draft, Durant tenía claro que él lo que quería era ser el número uno, casi independientemente de quién fuera la franquicia a la que fuese.
“Quería ser el Nº1, pero acabé en una gran situación. No podría haberlo tenido mejor. Me habría encantado jugar con LaMarcus y Brandon Roy, pero cuando fui el segundo, estaba muy ilusionado de ir a Seattle”, continuó el alero. “Nosotros habíamos traspasado a Ray Allen, y yo estaba en plan, ‘Estos tipos realmente están dando cosas para tenerme y dejándome crecer como jugador’. Una vez se traspasó a Allen me dije, ‘Este es mi equipo’.