El traslado de los Seattle Supersonics a Oklahoma City en 2008, renombrando la franquicia como Thunder, dejó a una de las ciudades más identificadas con la NBA sin equipo. Y si bien la liga no ha mostrado un especial entusiasmo por una expansión de la liga a corto plazo, la ciudad de Seattle ha decidido en solitario cerrarse la puerta a un regreso a la NBA para desesperación de sus muchos aficionados.
No a un nuevo pabellón
Chris Hansen, el financiero californiano que más ha luchado por devolver el baloncesto a la «Ciudad Esmeralda», había solicitado permiso a la ciudad para comprar un terreno en Occidental Avenue South donde construiría un nuevo pabellón. Pero tras una apretada votación, decidida por un 5-4 en contra, los regidores del Ayuntamiento de Seattle rechazaron la propuesta, dejando herido de muerte el proyecto más desarrollado para construir un nuevo recinto capaz de adaptarse a las exigencias de la NBA.
La experiencia de Sacramento
La imposibilidad de Seattle de levantar un pabellón que reemplazara al vetusto Key Arena (inagurado en 1962 y aún el hogar de las Seattle Storm de la WNBA) fue el principal motivo por el que la NBA aprobó el traslado de los Sonics a Oklahoma City. Una experiencia que estuvo a punto de repetirse hacer tres años en Sacramento, precisamente cuando Chris Hansen alcanzó un acuerdo con la familia Maloof, entonces propietaria de los Kings, para comprar el equipo. La iniciativa del alcalde de Sacramento, el ex-jugador Kevin Johnson, logrando el compromiso de la ciudad y del empresario Vivek Ranadive para construir un nuevo pabellón (a inagurar el próximo otoño) evitaron que la capital californiana se quedara sin NBA.
https://www.instagram.com/p/BE9CTfIGAjy/
Pero el precedente de Sacramento no se repitió en este caso. Spencer Hawes, jugador de los Hornets y orgullosamente nacido en Seattle, colgó una parodia de la portada del último disco de Drake para mostrar su tristeza. Si bien intentar negociar un plan diferente que reciba el apoyo público de la ciudad es una opción para Chris Hansen, es también probable que otros proyectos en el area metropolitana pero fuera de la ciudad reciban un nuevo impulso. Dos suburbios de Seattle, Bellevue y Tukwila, también exploraron la opción de construir un pabellón capaz de albergar a franquicias de la NBA y de la NHL (liga profesional de hockey sobre hielo) y pueden aprovechar esta negativa para recuperar la iniciativa. La resurrección de los Seattle SuperSonics no es aún imposible, pero cada retraso es un golpe más para su desmoralizada afición.