La evolución de la NBA hacia un juego más alejado del aro y potenciando los lanzamientos exteriores ha hecho disminuir la importancia en ataque de los jugadores interiores. Hombres franquicia como DeMarcus Cousins o Anthony Davis han trabajado desde su llegada a la NBA en ampliar su rango de tiro para mantener su peligro ofensivo, mientras que los pívots limitados a ser peligrosos únicamente en la pintura han visto cada vez más disminuida su presencia ofensiva. Y un caso paradigmático en las últimas temporadas ha sido Dwight Howard.
La importancia en ataque del pívot fue disminuyendo año tras año de forma especial desde su llegada a los Rockets, promediando en su última temporada 8,5 tiros de campo por partido, su mínimo en la NBA desde su año de novato pese a firmar el mejor porcentaje de acierto de su carrera (62,0%). Llegado a la treintena y con un reluciente nuevo contrato con Atlanta, el equipo de su ciudad natal, Howard está trabajando para crear peligro más allá de la pintura.
New form, New focus, New placement with hands, follow through getting better. Dwight Howard new mindset.🔥🔥🔥💯💯🏀#NBA pic.twitter.com/ajjubJPfn3
— Lethal Shooter (@LethalShooter__) August 3, 2016
Este verano, Howard ha estado trabajando con Chris Matthews, entrenador específico de tiro, para mejorar su lanzamiento en suspensión. En redes sociales, Matthews ha compartido los progresos del pívot, incluyendo un video donde anota 11 de 15 lanzamientos desde una distancia de 5-6 metros. Si bien trasladar el acierto de un entrenamiento a un partido de competición oficial es bastante más complicado (y el propio Dwight Howard lo lleva sufriendo durante años en sus tiros libres), su progreso es esperanzador.
«Nueva forma, nueva concentración, nueva colocación con las manos, mejorando la continuidad (tras tirar). La nueva mentalidad de Dwight Howard». Así describía Chris Matthews los cambios que el pívot ha desarrollado en estos meses sin competición. En 2015-16, Howard solo intentó 21 lanzamientos desde media distancia en toda la temporada con Houston, con un 38,1% de acierto. En su regreso a casa con los Hawks, el tres veces mejor jugador defensivo quiere añadir un arma más a un arsenal que ha quedado demasiado limitado.