El Oeste impone su ley en el adiós de Kobe

El All-Star de Toronto concluyó con un partido de las estrellas que sirvió como despedida de Kobe Bryant, que vio como Russell Westbrook repetía como MVP y que acabó con paliza del Oeste sobre el Este por 196-173.

Si alguien pensaba que la primera bola iba a ser para Kobe Bryant se equivocaba. Russell Westbrook la cogió tras el salto inicial e inauguró el partido con un mate sin ver más que el aro, algo que le acabó llevando a ser el MVP con 31 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 5 robos. ¡Ojo! Fue el propio Kobe quien pidió a sus compañeros que jugasen como siempre, sin centrarse en él, y cierto es que así lo hicieron. Quizás hasta demasiado para mi gusto en los primeros compases.

Como era previsible, la fiesta empezó con un improvisado concurso de triples y mates, tanto es así que el propio Stephen Curry, autor de 26 puntos y algún triple desde su casa, se atrevió a meterla para abajo. Es lo que nos faltaba, que el MVP sumase a sus ya incontables recursos, el dedicarse a machacar la bola. Por lado del Este era Paul George quien daba réplica. El alero de Indiana comenzó tan enchufado que se marcó 11 puntos en cinco minutos –41 al final– para dar la máxima ventaja a los suyos en todo el partido, 25-15.

Ese acierto desde el 7,25 no fue tal en el Oeste, que necesitó 12 lanzamientos para anotar su primer triple. Pero eso no era problema para los chicos de Oklahoma City. Westbrook y Kevin Durant (23 puntos) se combinaban para sumar asistencias y alley-oops jugada tras jugada para volver a igualar el partido (28-26) mediado el primer cuarto.

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Mientras, Kobe encaraba por primera vez el aro con un triple que no entraba para acabar inaugurando su casillero de puntos desde el tiro libre. Hubo que esperar hasta que el cronómetro marcase 4:44 para acabar el primer cuarto para ver su primer canasta en juego. Fue con su tiro de toda la vida, a unos cinco metros y en suspensión. La bola dio varias vueltas al aro pero acabó entrando. Kobe, que sonrió ante tal suspense, concluyó su noche con 10 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias.

El resto de la primera parte no tuvo dominador pero fue sobrada de espectáculo. Mate de 360º de DeMare DeRozan, quien acabaría con 18 puntos. Triple de DeMarcus Cousins desde su casa. Virguerías entre Dwyane Wade y LeBron James… Acciones de todos los colores sin que ningún jugador destacase por encima del resto; es más, el primer tiempo, con exigua ventaja para el Oeste (90-92), acabó hasta con ocho jugadores entre 10 y 14 puntos.

Tras el paso por vestuarios Westbrook volvió desatado. El base de los Thunder clavó tres triples en cuatro minutos para ayudar a que el Oeste construyese una ventaja de 17 puntos, 102-119 a falta de 7:51 para concluir el tercer cuarto. Al igual que en la primera parte, el peso anotador del Este llegó de la muñeca de George, que en un abrir y cerrar de ojos se colocó con 29 puntos para reducir la desventaja a ocho (115-123), diferencia que permanecería prácticamente inalterable hasta el comienzo del cuarto final (136-145).

Final descafeinado

Si alguien esperaba que el Este reaccionase para ver un final apretado y de paso, algo de defensa, se quedó con las ganas al igual que yo. Lejos de recortar distancias, el acierto exterior del Oeste, liderado en estos compases por James Harden, que acabaría con 7 triples, acabó por construir una renta de 21 puntos (145-166) de la que no se levantaron.

Lo mejor de los minutos finales fue la ovación que se llevó Kobe al abandonar la cancha a falta de 1:05 bajo el grito de ¡Kobe, Kobe!

George, de récord

La ovación a Bryant fue el momento emotivo que precedió al curioso de la noche, ese que se dio al ver como Paul George, a falta de una canasta para ser el máximo anotador en la historia de los All-Star, recibía una doble defensa para que no lo lograse. Poco sentido tras 47 minutos en los que nadie hizo nada por evitar una canasta.

El alero de los Pacers batió el número de triples anotados en un partido de las estrellas al conseguir nueve, superando así la anterior marca que ostentaba Carmelo Anthony, que se marchó hasta los ocho en 2014. George finalizó con 41 puntos y se quedó a solo dos puntos de más de establecer un nuevo récord de puntuación en un All-Star Game.

LeBron, apagado

Centrado quizás en otros objetivos —anillo—, LeBron James pasó por el All-Star game casi desapercibido. Dejó algún mate, algún triple… pero lo cierto es que se le notaba con la cabeza en otra parte. Sus 13 puntos en 20 minutos son muestra de ello.


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