Embiid y McConnell dejan aún más tocados a los Knicks

La terrible semana de los Knicks sigue sin remedio. En plena racha de derrotas y con la espantada de Derrick Rose todavía coleando, el equipo de Jeff Hornacek llegaba a Philadelphia con el objetivo de enderezar el rumbo ante uno de los rivales más débiles del Este. Tras llegar a dominar de 17 puntos, New York vio como los 76ers remontaba en el partido y se llevaban una agónica victoria sobre la bocina por 98-97, con T.J. McConnell como su héroe.

Minutos limitados, techo ilimitado

Pero fue Joel Embiid la clave de la remontada, especialmente en unos brillantes minutos finales. El pívot, todavía con minutos limitados (no pasó de 27) y pese a un susto en forma de torcedura de tobillo, terminó con 21 puntos y 14 rebotes. Su reciente serie de partidos ha sido histórica, convirtiéndose en el primer jugador desde 1951-52 (cuando la NBA empezó a registrar minutos jugados) con al menos 20 puntos en siete partidos consecutivos sin pasar de 30 minutos.

Eso sí, el jugador con mejor comienzo fue el gran protagonista de la semana. La escapada a Chicago mientras sus compañeros caían ante los Pelicans pareció revitalizar al base. Rose jugó uno de sus mejores partidos de la temporada con 25 puntos (11/16 en tiros de campo), 12 de ellos en un espléndido primer cuarto. De su mano, los Knicks empezaron a abrir hueco ante unos 76ers que notaban de forma dolorosa los minutos en los que Joel Embiid descansaba.

El principio del fin para New York

La ventaja llegó a ser de 17 puntos en el segundo cuarto, pero empezaron a mostrar signos de preocupante debilidad, con un parcial de 17-3 de los 76ers para cerrar el segundo cuarto que reducía gran parte de la diferencia. La historia se repitió en los minutos decisivos. A 8 minutos del final, tras buenos minutos de Joakim Noah, los Knicks se ponían 13 arriba, pero vieron pronto como Philadelphia se mostraba insolente y, por una vez, acertada en los momentos calientes.

Carmelo Anthony (28 puntos), tras un partido eficaz, desaparecía en el último cuarto. Derrick Rose enlazaba buenas jugadas, pero era Joel Embiid el que emergía para la remontada de sus 76ers. Sus 8 puntos en los 6 minutos finales, acompañado por un impecable Robert Covington, dejaban a Philadelphia al borde del triunfo. Kristaps Porzingis cerraba su terrible noche con airball en un triple que hubiera sido ganador, dejando la última posesión a Philadelphia con 1 punto de desventaja.

Milagroso McConnell

Y, en la última posesión, llegó uno de los momentos que quedarán por motivos muy diferentes en las retinas de aficionados de Sixers y Knicks. Ersan Ilyasova encontraba a T.J. McConnell dentro del arco, defendido por Carmelo Anthony. Tras una frustrada entrada a canasta, el base de los Sixers se alzaba sin que Anthony saltara para incomodar su lanzamiento en suspensión, viendo impotente como el balón entraba sobre la bocina en el aro de los Knicks.

Fue el colofón de un partido que New York pareció tener en un par de veces asegurado y de una semana que deja nuevos nubarrones tanto en el presente como en el futuro del equipo. A nivel institucional, el mutismo de cualquier responsable de la franquicia más allá del entrenador Jeff Hornacek ha sido sepulcral. Y, a nivel deportivo, los Knicks son 12º con un nada ilusionante balance de 17-22. Las sonrisas no duran eternamente en un proyecto sin rumbo aparente.


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