Debe ser duro el proceso por el que está pasando Joel Embiid. Después de dos años sin poder jugar en la NBA, el pívot está jugando un magnífico baloncesto en su curso debut a pesar de que tiene que lidiar con la restricción de minutos.
Eso es lo que le hizo anoche perder momentáneamente la tranquilidad. Embiid disputó 27 minutos contra Memphis, el récord de su carrera, pero al final de la primera prórroga un miembro del cuerpo técnico le confirmó que no podría seguir jugando. Embiid trató de argumentar con el asistente, pero una vez que vio que no le iba a ser permitido de manera alguna volver a jugar perdió los nervios y pateo la silla del banquillo de Philadelphia.
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“Ha sido frustrante, pero esta gente está cuidando de mí y se preocupan de mí”, dijo un más calmado Embiid en el vestuario. “No veo el día”, respondió sobre una posible finalización en la restricción de tiempo en cancha. El novato no jugará el siguiente partido ante Chicago debido a este plan de control.
Los 76ers ya anunciaron tiempo atrás que no querían que Embiid disputase más de 24 minutos por encuentro. El pívot finalizó la noche con 12 puntos, 11 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones. Los Grizzlies lograron llevarse el triunfo por 99 a 104 merced a los 27 puntos de Marc Gasol y los 25 de Mike Conley.