Turquía vivió la semana pasada uno de los momentos más tensos de su historia reciente, con un intento de golpe de estado contra el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan. El fracaso de la sublevación militar ha activado a la vez una purga política dentro del formalmente democrático pero autoritario regimen de Erdogan. Y uno de sus críticos más reconocibles también está sufriendo consecuencias a través de las redes sociales.
La costumbre de Enes Kanter de no morderse la lengua en sus comentarios, especialmente por Twitter, es más que notoria, ganándose a modo de ejemplo la antipatía de jugadores y afición de Utah tras su complicado paso por los Jazz. Uno de los tres únicos jugadores turcos de la NBA, junto a su nuevo compañero Ersan Ilyasova y Omer Asik, el pívot de los Thunder se ha mostrado bastante crítico en el pasado con el regimen de Erdogan, algo a lo que atribuye haberse quedado fuera de la selección de Turquía en pasadas convocatorias.
Y en el tenso clima político en Turquía, Kanter se ha convertido en un chivo expiatorio para algunos. El jugador ha recibido amenazas de muerte a traves de Twitter por sus opiniones políticas y su crítica a la intromisión del gobierno turco en la libertad de prensa y de expresión en redes sociales. Pese a nacer en Suiza, Kanter se crió en Turquía y llegó a debutar en el prestigioso Fenerbahce a los 16 años antes de continuar su carrera en Estados Unidos. Para una personalidad sin miedo a compartir sus opiniones, estas amenazas expresadas desde la comodidad de no tener delante al jugador de 2’11 metros de altura difícilmente harán cambiar su forma de ser.