Hace solo unos días, Enes Kanter confesó haber cambiado una «frustración de tres años y medio» –la que vivía según él en Utah– por la idoneidad plena de que dispone ahora en los Thunder. No pudo llegar en mejor momento su poco cortés confesión, ya que este sábado los Jazz recibían en su cancha a Oklahoma.
Cosa lógica, la sinceridad de Kanter no fue muy bien apreciada por los fans de los Jazz: cuando la megafonía del Energy Solutions Arena presentó al pívot ex de Utah, los presentes le abuchearon.
La reacción de Kanter no tuvo desperdicio.
«No me importa demasiado. Me gusta la presión, los abucheos no significan nada para mí», dijo Kanter al final del partido.
Los aficionados de los Jazz se tomaron represalias por la fuga de Kanter en el pasado cierre de mercado, abucheando al pívot cada vez que tocó el balón.
«Fue un partido normal. Nunca sentí como que fuera parte de eso, fue un partido normal. No me llevo nada guardado», clausuró el jugador de los Thunder, que hizo 18 puntos y 11 rebotes ante su exequipo.
Voluntad propia
Kanter abandonó los Jazz en febrero después de dejar claro en los despachos mormones que no tenía ninguna devoción puesta en seguir jugando en Utah. La franquicia le acabó traspasando a los Thunder.
De hecho, en las declaraciones en las que describía su infelicidad jugando en los Jazz, Kanter llegó a asegurar que no «disfrutaba del baloncesto», sino que en Salt Lake City guardaba «una frustración de tres años y medio».