En un partido dominado en el marcador desde el primer minuto, Estados Unidos se impuso anoche por 86-80 a una más que notable Argentina. La enorme actuación de Kevin Durant, siendo MVP del choque y máximo anotador con 27 puntos, paró los pies a un combinado albiceleste que le complicó las cosas a los norteamericanos al final del partido.
Argentina salió con la empanada. A pesar de sacar un quinteto de NBA, los primeros tres minutos de juego fueron mortíferos para ellos. Perdían ya 14-1, y hasta avanzado el segundo cuarto no hubo la reacción esperada.
Los triples por parte de los de Mike Krzyzewski caían sin cesar cual bombardeo. Abiertos hasta lo extremo, los estadounidenses buscaban incesantemente el tiro desde fuera. Les iba bien, pero Argentina endureció su defensa gracias a una zonal que les permitió acercarse mucho en el tanteo. De hecho, al descanso los argentinos sólo perdían por 47-40.
El tercer cuarto se parecería a lo que se vio en el primero. Otra vez dominio creciente de los Estados Unidos, quienes parecían tener estigmatizado el uso de la zona. La ventaja se fue de nuevo hasta los 15 puntos, y fue ahí cuando Ginóbili cogió el traje de rescate. 19 de sus 23 puntos fueron anotados durante la segunda parte, y permitieron a Argentina seguir a rebufo en el partido gracias a un esperanzador 78-74 en el último cuarto.
La historia acabó en un tiempo muerto de Krzyzewski. Otros dos triples consecutivos tras esa reanudación finiquitaron lo que restaba de choque. Desde luego que se vio a una gran Argentina, que supo plantear un correoso partido a pesar de la ya abultada desventaja inicial. A Estados Unidos le espera mañana martes otro duelo, ésta vez frente a España en el Palau Sant Jordi a las 22.15 horas (horario peninsular).