La NBPA comenzó el sábado su programa de revisiones de salud a exjugadores de la NBA.
Según ESPN, alrededor de 25 jugadores retirados se reunieron en el Toyota Center de Houston para ser examinados físicamente. Los doctores tomaron muestras de sangre, presión arterial, realizaron electrocardiogramas y realizaron más pruebas para detectar posibles anomalías en su corazón o arterias.
El objetivo de este programa es tratar de detectar tendencias y arrojar más luz a por qué algunos exjugadores de la NBA están falleciendo de forma repentina debido a ataques de corazón.
De acuerdo a Billy Penn, un medio de Philadelphia del que se hace eco ESPN, desde el año 2000 han muerto 50 exjugadores con síntomas relacionados con fallos en el corazón. Científicamente no está demostrado que un hombre que pase por la NBA tenga más posibilidades de fallecer por un infarto, pero los recientes fallecimientos de Moses Malone (60 años), Darryl Dawkins (58), Caldwell Jones (64), Jack Haley (51) o Anthony Mason (48) han hecho saltar las alarmas y tanto la comunidad científica como NBA y NBPA quieren tener más datos.
“Buscamos tendencias. Nunca se ha realizado un estudio en este tipo de población para detectar tendencias. Son más grandes, tienen más peso, lo que conduce a otros factures como la diabetes o una alta tensión”, explicó Joe Rogowski, el director de medicina deportiva y análisis de la NBPA.
Las primeras pruebas
“Incluso en esta pequeña muestra de pacientes que hemos realizado, hemos sido capaces de encontrar anormalidades. Un par de casos con una actividad menor del corazón y un ventrículo izquierdo debilitado, el cual es la principal cámara del corazón”, detalló Manuel Reyes, cardiólogo que estuvo presente en las pruebas realizadas en Houston.
La NBPA acordó en su reunión de julio establecer las bases de este programa de revisiones, pero queda por definir cómo se financiarán los tratamientos mediante pólizas de salud a los exjugadores que presenten problemas. Aunque la NBA a través de Adam Silver prometió apoyar con recursos económicos y médicos este programa, no será hasta febrero cuando se sepa cómo se repartirá la carga financiera asociada a los resultados de este programa de investigación.