Furiosa venganza de Golden State ante los Lakers

El 4 de noviembre, los Warriors perdían de forma clara y sorprendente en la cancha de los Lakers por 20 puntos. Si el equipo de Steve Kerr se tomó esa derrota como un toque de atención, funcionó de forma instantánea. Golden State acumuló ocho victorias consecutivas antes de reencontrarse con el equipo angelino. Especialmente motivado por vengarse del último rival que pudo superarles, los Warriors dieron una muestra de baloncesto ofensivo sencillamente deslumbrante. Su resultado final fue más que significativo: 149-106.

Un ataque inédito en décadas

Las lesiones de los Lakers, eso sí, ayudaron a Golden State. Los problemas de rodilla dejarán durante un par de semanas fuera de combate a D’Angelo Russell, y Julius Randle fue también baja por molestias en la cadera. Además, se encontraban también en pleno «back-to-back» tras jugar y ganar la noche anterior en casa a Oklahoma City. Pero, aun así, los Warriors dieron la sensación de que, jugando como lo hicieron este miércoles, pueden ganar a cualquier equipo en cualquier circunstancia.

Los números así lo dicen: 149 puntos (máximo en un partido sin prórroga de la NBA desde 1991), 47 asistencias (récord histórico de franquicia y máximo en la NBA también desde 1991), solo 10 pérdidas y un 61,6% en tiros de campo. Ante la presencia de Luke Walton, importante responsable del estilo rápido y cooperativo de los Warriors en sus años como asistente antes de convertirse en entrenador de Lakers, Golden State jugó un baloncesto en ocasiones perfecto.

Sin respuesta

El estelar trío de Stephen Curry (31 puntos, con un 7/12 en triples, y 9 asistencias), Kevin Durant (28 puntos, jugando de pívot en algún momento del partido) y Klay Thompson (26 puntos, con 4/7 en triples) funcionó de nuevo con armonía. Draymond Green (5 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias) estuvo impecable en el trabajo sucio pese a recibir un golpe en el ojo que le dejó fuera de combate antes de tiempo y, desde el banquillo, Ian Clark se apuntó a la fiesta con 21 puntos y un perfecto 5/5 en triples. Demasiado arsenal para unos superados Lakers.

José Manuel Calderón y Brandon Ingram, en su primera titularidad en la NBA, suplían a los tocados Russell y Randle, pero los Lakers nunca funcionaron con la eficacia de partidos anteriores. Pese a los 16 puntos del propio Ingram (su récord personal en la liga), de Jordan Clarkson y de Lou Williams, el cansancio pareció hacer mella en un equipo que hasta entonces no se había arrugado por comienzos desafortunados. Con esta derrota, los Lakers se quedan con un balance de 8-8 que sobrepasa todavía las expectativas creadas a principios de temporada.

Viernes de revancha

Para el equipo angelino, además, queda la posibilidad de devolver el golpe el viernes, con una inmediata revancha que se disputará en su feudo del Staples Center. Con la baja segura de D’Angelo Russell pero sin descartar el regreso de Julius Randle, los Lakers tendrán dos días para lamer sus heridas y volver a sorprender a los Warriors. Eso sí, lo primero será evitar que Golden State vuelva a romper récords y almas con su ofensiva.


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