Pau Gasol cumplirá mañana dos semanas de baja desde que se torció el tobillo en Nueva Orleans y que le han hecho perderse 8 partidos (contando el de los Hornets ya que apenas disputó 2 minutos). De esos 8 encuentros, los Lakers sólo han sido capaces de ganar la mitad y los rivales del Oeste se le han echado encima con Houston y New Orleans por delante de ellos y San Antonio y Phoenix casi al mismo nivel. Algunas derrotas no se deberían haber producido como la de Golden State o Charlotte (esta pasada madrugada en casa, ante uno de los peores equipos a domicilio de la NBA) y a pesar de que siguen contando con un calendario asequible en lo que resta de Regular Season, los Lakers no dependen de si mismos y los Hornets ya les sacan 2 partidos de diferencia. Está claro que en L.A. echan de menos a Pau.
Pero la vuelta del español a las canchas tendrá que esperar al menos una semana más porque las prisas por volver han sido malas y en la presente semana Pau Gasol ha empeorado del esguince cuando se preparaba para regresar.
Por cierto, la derrota de esta noche ha sido lamentable. Jugando en casa contra un equipo tan malo no se puede perder y hacer tan poco. Estos Lakers merecen un toque de atención.