Giannis Antetokunmpo mantiene lanzados a los Bucks

Pocos equipos entran en diciembre con un momento más dulce de forma que Milwaukee. El joven equipo entrenado por Jason Kidd sumó su tercera victoria consecutiva dos días después de arrollar a los campeones Cavs tras imponerse en Brooklyn por 93-111. Un demoledor tercer cuarto y la espléndida actuación de Giannis Antetokunmpo y Jabari Parker, sus mejores jugadores esta temporada, aúpan a los Bucks al sexto puesto del Este con licencia merecida para pelear por los Playoffs.

Juventud y talento

La clave para la mejora actual de Milwaukee, el cuarto peor equipo del Este en 2015-16, ha llegado por un buen ojo con las adquisiciones (Malcolm Brogdon, 13 puntos anoche, puede haber sido el gran robo del último draft) como con el crecimiento de sus jóvenes figuras. Giannis Antetokounmpo (23 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias) solo se quedó sin triple-doble por su descanso extra en el último cuarto, y Jabari Parker (22 puntos, con 9/14 en tiros de campo) fue el jugador explosivo y efectivo en la pintura y desde media distancia que prometía antes de su lesión.

Brooklyn, eso sí, aguantó durante dos cuartos el empuje de los Bucks, más a base de sudor que de talento. Su falta de pegada, especialmente en ausencia del aún lesionado Jeremy Lin, es dolorosa, pero pocos equipos pelean tan duro por cada balón como estos Nets. Jugadores como Trevor Booker o Rondae Hollis-Jefferson son hoy por hoy tan importantes por su trabajo sucio que referencias ofensivas del nivel de Brook Lopez (15 puntos) o Bojan Bogdanovic (13), poco brillantes ante Milwaukee.

Tercer cuarto definitivo

Eso sí, 12 minutos en los que Milwaukee atacó a placer hicieron inútil el esfuerzo para los Nets. Unos minutos mágicos de Giannis Antetokunmpo, en perfecta sintonía con Malcolm Brogdon cuando el base novato entró en cancha, dejó a Brooklyn herido de muerte y con una desventaja de 12 puntos para entrar en el último cuarto que no pudieron remontar. Los Nets, a la espera del posible refuerzo de Donatas Motiejunas, mostraron sus importantes carencias ante unos Bucks en estado de gracia.

Los hombres de Jason Kidd, victorioso en su siempre especial reencuentro con los Nets, jugarán ahora cuatro partidos en casa de forma consecutiva con los Spurs, invictos todavía a domicilio (11 victorias seguidas), como gran plato fuerte. Los Bucks tendrán la posibilidad el próximo lunes de poner a prueba su condición de especialista en romper rachas históricas, tras poner fin hace casi un año a la serie de 24 triunfos consecutivos con la que Golden State arrancó la temporada 2015-16.


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