Ver in situ a Golden State Warriors será más caro la próxima temporada. Siguiendo con la línea marcada en las últimas campañas, la franquicia de Oakland aumentará el precio de las entradas entre un 15 y un 20 por ciento dependiendo de la ubicación, informa ESPN.
Con esta subida iniciada en 2014, el precio por el asiento más barato en el Oracle Arena se ha duplicado. Así, si hace tres cursos se situaba en 18 dólares y en el presente está en 32, para el 2017-18 llegará hasta los 40 dólares.
Parecido aumentó –algo menor– habrá en las localidades más caras, ya que si hace tres años el precio era de 450 dólares, para el siguiente se estima que se encuentre en los 715. Ya si hablamos de las Finales de la NBA llegaría hasta los 2.600 dólares.
Esta política de precios gana en ceros si la analizamos desde la óptica de aquellos que adquieren su abono para toda la temporada. Siempre sin contar los playoffs, tener uno de los mejores asientos para los 82 partidos te costaría 30.745 dólares.
Alguno podría pensar que Golden State se está excediendo con este aumento; sin embargo, la realidad es que la demanda supera con creces cualquier valor que se le quiera poner a ver a Stephen Curry y compañía en vivo. Así, si en su cancha caben 19.596 personas, son más de 32.000 las que están en lista de espera para conseguir su abono.
Un lustro sin sitios libres
El año pasado, cuando también aumentaron el precio, la franquicia anunció que un 99,5% de los abonados renovaron su asiento en la pista. Con ese dato no extraña que lleven 214 partidos desde 2012 colgando el cartel de no hay billetes.