En la masacre que Stephen Curry y los Warriors pertrecharon ante los Clippers el sábado, el resultado al descanso era 72-51. Un océano entre ambos equipos. Pero había igualdad en cuanto a triples. Sin embargo, esta formidable anécdota rescatada del vestuario de L.A. en ese mismo descanso revela el poder psicológico que tienen los tiros lejanos de Golden State.
Son cuchillos en el bazo de sus rivales. Cada triple. Como anoche ante los Clippers.
«En el descaso, pregunté a mis chicos que qué era lo que nos estaba haciendo daño. Ellos dijeron: los triples. Y yo dije, tenéis que estar de broma. Vamos 8 de 13 en triples los dos equipos», reconoció tras el partido Doc Rivers, entrenador de los Clippers y recogía el portal CBS Sports.
Con esta cita, entiéndase lo incendiario de cada triple de Golden State Warriors. Como una bomba, hacen pedazos la moral ajena.
La zona y triples
«Es asombroso el poder mental que tiene cada uno de sus triples. Necesitaron el triple de Curry desde el medio del campo para igualarnos. Nos hicieron 46 puntos en la pintura. Eso es lo que nos mató esta noche (por ayer). Sus movimientos, penetraciones, bandejas… y nuestros chicos aún pensaban en los tiros de tres. Eso no fue lo que nos hizo daño», añadía Rivers.Una prueba documentada y real del daño colateral que los Warriors y sus exhibiciones causan en los rivales. Inspiran desánimo hasta marchando igual que el contrario.