Los Utah Jazz (7-4) están llamados a protagonizar una de las insurrecciones más loables de la temporada 2016-17. Y si ese aire inconformista está calando en el equipo que entrena Quin Snyder es gracias a momentos como el que vive Gordon Hayward.
El jugador de los Jazz ha disputado cinco partidos desde que debutara este curso con el conjunto de Salt Lake City. Si bien hasta entonces los Jazz habían conseguido mantenerse fuera de temporales y tormentas (3-3), con la incorporación de su jugador franquicia han despegado totalmente los pies del suelo. Quieren volar, no simplemente sobrevivir.
Con él de vuelta en vanguardia, los Jazz han ganado partidos con una media de 13,5 puntos de ventaja. Una distancia considerable y que está haciendo de Utah un conjunto puesto en el mapa de equipos ásperos de enfrentar.
.@gordonhayward Scored 20pts/10reb/8ast in tonight's win against the Magic 87-74#UTAatORL https://t.co/QmX1QlLrIo
— Utah Jazz (@utahjazz) November 12, 2016
Cuatro de cinco
Desde que está Hayward —sufrió una fractura en la mano hace no tanto—, los Jazz han ganado cuatro partidos y solo han perdido uno. Es determinante, involucra más que nunca a sus compañeros y cierra con tinta de superestrella su paso por los partidos. 24,4 puntos por partido, 7,6 rebotes, 4,2 asistencias son sus valores hasta la fecha.
Producción totalmente globalizada la de esta temporada de Hayward, que está en su top profesional de puntos — 19,6 el año pasado— y rebotes esta temporada.
Además, Hayward también ha tocado elementos que antes solo nombres como Karl Malone habían meneado para los Utah Jazz, como se hizo eco ESPN Stats.
Gordon Hayward: first Jazz player with at least 20 points in each of a player's first 4 games of the season since Karl Malone in 2000-01
— ESPN Stats & Info (@ESPNStatsInfo) November 12, 2016
Así, Hayward ha presentado sus credenciales para la oposición de superestrella. Ya es una estrella, pero en valores semejantes a los que arroja hasta el momento y unos Jazz en los Playoffs, cuajaría su ascenso a superestrella.